La economía de Cuba es escenario de profundos y positivos cambios que muestran una simbiosis entre el capitalismo y los logros de la revolución socialista, afirmó hoy el controvertido empresario chileno Carlos Cardoen.
En una reunión con corresponsales de prensa extranjera, Cardoen fustigó al gobierno de Estados Unidos, que instaló recientemente en la red informática Internet un "alerta de crimen internacional" con una órden de búsqueda en su contra.
Cardoen, quien hizo fortuna en los años 80 como fabricante y proveedor de bombas aéreas de racimo para Iraq en su guerra con Irán, está acusado por el Servicio de Aduanas estadounidense de exportar ilegalmente zirconio, un supuesto material estratégico, con destino al régimen de Saddam Hussein.
El empresario, de 55 años, insistió en que todas sus operaciones con Iraq contaron con el pleno conocimiento, beneplácito y apoyo de Washington, que hoy quiere usarlo como "chivo expiatorio" para lavar su pasado de respaldo a Saddam Hussein cuando éste era un freno al fundamentalismo iraní.
Con grandes inversiones en Chile, Cardoen tiene también una industria de jugos de fruta en Cuba y "la mayor plantación de mangos de Venezuela", pero no puede salir de este país debido al alerta internacional estadounidense.
Sostuvo que corre no sólo el riesgo de ser detenido en cualquier aeropuerto por Interpol (Policía Internacional), sino también de ser secuestrado por Estados Unidos, "que cuando quiso agarrar a (el general Manuel) Noriega, no dudó en invadir Panamá y matar a su población".
El empresario afirmó que todo el procedimiento en su contra es ilegal, ya que no existe sentencia en un juicio que se le sigue en Miami, al cual no se presenta por falta de garantías ante los "abusos" que comete Estados Unidos con extranjeros.
Lo irregular del proceso, dijo, se demuestra en que Washington no recurrió al tratado de extradición con Chile ni a otros instrumentos bilaterales aplicables a este caso, pese a presentaciones oficiales en ese sentido de la cancillería chilena.
En su último viaje al exterior, realizado hace cinco meses, Cardoen visitó Cuba, donde realizó inversiones en plantas de procesamiento, conservación y empaque de cítricos para exportación.
Las instalaciones y la tecnología fueron traspasadas más tarde al Estado cubano, y el empresario abrió en la isla una nueva línea de producción de jugos de frutas de larga vida, que se destinan a la industria hotelera local y también se exportan.
Cardoen dijo que sus fábricas prosperaron en Cuba cuando el gobierno de Fidel Castro lo autorizó a colocar el personal "en situación contingente", término que alude a estímulos no salariales, como vestuario y canastas de alimentos.
Esas primas posibilitaron el mejoramiento de la productividad, ya que "el nivel educacional cubano es uno de los más altos de América. Los trabajadores tienen una gran capacidad para absorber información y ejecutarla. Sólo faltaba la motivación", expresó.
"Mi experiencia en Cuba es maravillosa. Creo que he contribuido a resolver problemas y a que el gobierno comprenda los beneficios del sistema capitalista y establezca una exitosa relación con la empresa que está llevando a una liberación paulatina de la economía", agregó Cardoen.
"Esto puede llevar a aprovechar los beneficios del socialismo, como el alto nivel educacional, la formación corporal y la nutrición de los cubanos, en una simbiosis con lo bueno del capitalismo, como la motivación y la libertad de producir y trabajar", observó.
Según Cardoen, el ejecutor de esos cambios en Cuba no es el propio Castro, quien ha entregado responsabilidades a otros dirigentes, como Osmany Cienfuegos, que en su opinión, es el gestor del éxito de la industria hotelera.
"La democracia es lo mejor y siempre hay que buscar equilibrio entre la utopía y el pragmatismo. Me gustaría más humanismo en este capitalismo salvaje actual y el único ente que puede regular eso es el Estado", señaló Cardoen, quien se define como "un bicho raro", no adscrito a ningún partido.
El empresario está dedicado hoy en Chile a la fabricación de equipos para la industria alimenticia y tiene inversiones vitivinícolas, luego de ceder al ejército una fábrica de blindados que tuvo hasta comienzos de esta década.
Indicó que mantiene instalaciones para fabricar bombas de racimo, que suministra a la fuerza aérea de Chile con fines de entrenamiento, con líneas de producción que pueden restaurarse a plenitud "si el país lo necesita".
"Fabricar armas es la mayor estupidez que puede cometer el ser humano. Pero es una realidad a la que estamos obligados", señaló, advirtiendo que cuando los problemas éticos o morales se olvidan si los fabricantes son los países ricos.
Cardoen defendió la búsqueda de autonomía de los países en desarrollo y acusó a Estados Unidos de presionar hasta hacer desaparecer la industria de blindados de Brasil y el proyecto misilístico "Cóndor" de Argentina.
Washington emite una suerte de "energía satánica" que lleva a un "terrorismo comercial" contra los países del Sur que logran progresos cuantitativos en sus exportaciones, sostuvo.
Así mismo, se declaró contrario a la creación del Area de Libre Comercio de América, propuesta por el presidente estadounidense Bill Clinton, de Estados Unidos, y al ingreso de Chile en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés).
"El mayor error en que se podría caer es tratar de entrar al NAFTA. Los ilusos piensan que habiendo reglas va a haber justicia", dijo Cardoen, quien cree que los países en desarrollo deben buscar mercados en todo el mundo, sin cortapisas. (FIN/IPS/ggr/ff/if/97