Los criadores de ganado vacuno del Distrito Federal de BrasiL festejan 50 meses sin que casos de aftosa en sus rebaños, informó Fábio Luiz do Amaral, del Servicio de Defensa y Vigilancia Vegetal y Animal del municipio (Dipova).
El equipo que se desempeñó en el Distrito Federal realizó dos campañas anuales de vacunación a las haciendas y "no tiene sentido dejar de realizarla", sostuvo Amaral.
El funcionario explicó que el tratamiento de la aftosa puede costar al hacendado unos 30 dólares por animal, mientras cada dosis de vacuna cuesta 50 centavos de dólar.
Mientras tanto, los criadores del estado de Rio de Janeiro sufren un nuevo brote de aftosa en sus rebaños.
Los productos derivados del ganado vacuno procedentes de Rio de Janeiro no representan un problema para la población de Brasilia y sus alrededores pues deben pasar por el Servicio de Inspección Federal, dijo Amaral.
"Lo primero que sucede cuando una hacienda está infectada por la aftosa es una drástica reducción de la producción de leche", agregó.
La aftosa se contagia por el viento. Los síntomas, que se manifiestan doce días después de contraída, son fiebre alta, lesiones en cascos, ubres y en el hocico, que producen abundante salivación, abortos, pérdida de peso y mortalidad alta entre becerros recién nacidos.
"La dolencia deja consecuencias para toda la vida en el animal", sostuvo Amaral.
"La medicina asegura que el hombre no resulta contaminado por la fiebre aftosa, pero se ha registrado un aumento de aftas y enfermedades vesiculares", concluyó. (FIN/IPS/mom/mj/he/97