COREA DEL NORTE-ESTADOS UNIDOS: Deserciones amenazan la paz

La deserción de dos diplomáticos de Corea del Norte a Estados Unidos es la última espina en la tensa relación entre ambos países, y podría amenazar las conversaciones de paz a iniciarse el mes próximo, indicaron hoy analistas.

Pyongyang respondió rápidamente esta semana a la noticia de la defección a Estados Unidos de su embajador a Egipto, Chang Sung Gil, y su hermano, ex agregado comercial en Francia, Chang Sung Ho, y sus familias.

Este miércoles, un día después que Washington anunciara que daría a ambos hermanos el estatuto de "libertad bajo palabra", autoridades norcoreanas cancelaron abruptamente las conversaciones para discutir en Nueva York sobre proliferación de misiles.

Pyongyang también calificó a los dos desertores como "criminales" culpables de revelar secretos de Estado, y advirtió a otros países que no les ofrezcan protección o asilo.

Aunque la decisión de Corea del Norte no fue inesperada, es "desalentadora", dijo este miércoles Barry Toiv, vicesecretario de prensa de la Casa Blanca.

Un diplomático involucrado en las conversaciones canceladas dijo que la medida de Corea del Norte es sólo un pequeño retroceso.

Lo más preocupante, destacó la fuente, es una posible anulación de conversaciones a nivel de trabajo previstas para el 15 de septiembre en esta ciudad, con el fin de abrir camino a negociaciones de paz que involucran a Corea del Norte y del Sur, China y Estados Unidos.

Selig Harrison, académico del Centro Woodrow Wilson en Washington, dijo que la medida "socava a los elementos más moderados en Corea del Norte que participaron en las conversaciones cuatripartitas sobre misiles. La línea dura ganó y continuará teniendo la posición dominante".

El gobierno de Kim Jong-il ha estado dividido durante años. Los moderados han buscado mejores relaciones, incluyendo el comercio normalizado con Estados Undios, mientras los comunistas nada quieren saber con Washington.

Según Harrison, el haber permitido la entrada de los desertores, confirma a la línea dura sus peores temores, "haciendo parecer a Corea del Norte que Estados Unidos quiere su colapso".

Autoridades de Estados Unidos, ansiosas por mantener el lento ritmo de las conversaciones, minimizaron las posibles consecuencias de la defección de los Chang.

El portavoz del Departamento de Estado James Rubin dijo este miércoles que se espera que las conversaciones sigan su curso, y subrayó que los hermanos Chang aún no recibieron el asilo del Servicio de Inmigración y Naturalización, y se refirió a su estatuto como "libertad bajo palabra".

Pero, sea cual sea el estatuto de los Chang, Corea del Norte está preocupada de que los desertores entreguen información crucial a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), destacan analistas.

Pyongyang ya sufrió el año pasado la defección a Corea del Sur de su filósofo político clave, Hwang Jang Yop.

Autoridades de la CIA dijeron a periodistas que la deserción de Chang Sung Gil les ofrece la rara oportunidad de extraer información de un alto gobernante de Corea del Norte, sin la intervención de la inteligencia de Corea del Sur.

Chang, enviado de Pyongyang a Medio Oriente, tendría en su poder valiosos datos sobre la venta a Egipto, Siria e Irán de tecnología de misiles Scud norcoreanos, afirman agentes de la CIA.

A pesar de la importancia de las defecciones, Rubin insistió en que Washington no cree que el gobierno de Kim Jong-il, golpeado por una hambruna tras una serie de desastres naturales, esté a punto del colapso.

Algunas autoridades incluso atribuyeron las deserciones a disputas personales, y señalaron que el hijo de Chang Sun Gil había desertado antes, posiblemente perjudicando la carrera de su padre.

Las defecciones, no obstante, se produjeron en un muy mal momento para las conversaciones cuatripartitas, el último intento por reemplazar el armisticio que puso fin a la guerra de 1950-53 en Corea con una paz duradera.

Diplomáticos norcoreanos cancelaron el mes pasado discusiones sobre la agenda para las conversaciones cuatripartitas hasta el 15 de septiembre, alegando que cualquier negociación de paz debe incluir planes para retirar las tropas estadounidenses de Corea del Sur.

Ahora, sostuvo Harrison, "las perspectivas de una mejoría en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte son muy lejanas, a menos que Estados Unidos brinde refuerzos a los moderados entregando grandes cantidades de ayuda en alimentos".

La Organización de las Naciones Unidas estima que dos años de inundaciones y la sequía de este verano costaron a Corea del Norte alrededor de 70 por ciento de su producción de maíz, entre otros cultivos, y alertó sobre hambruna y desnutrición a gran escala si el país no recibe grandes cantidades de ayuda.

Estados Unidos donó 60 millones de dólares en alimento de emergencia al Norte desde 1995, pero adviritó que esa asistencia debe ser supervisada para asegurar que los más necesitados la reciban. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/ip/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe