El presidente de Colombia, Ernesto Samper, inició hoy su último año de mandato bajo menor presión de parte de Estados Unidos pero condenado a cumplir en sólo 365 días un vasto programa político, económico y social.
El 20 de julio, al instalar el segundo período de sesiones del Congreso, Samper dijo que el tiempo que le resta de su mandato lo dedicará, "para satisfacción de amigos y desencanto de adversarios", a "la gente de Colombia", que ha sido su "único norte".
En su discurso de asunción del 7 de agosto de 1994 había anunciado entre las prioridades de su gobierno la creación de 1,5 millones de empleos, un crecimiento económico supeprior al cinco por ciento e inversión social.
Sin embargo, dos días después de haber iniciado su mandato estalló el escándalo de "narcocasettes" en los que se registraba el ofrecimiento de los jefes del Cartel de Cali de dinero para financiar su campaña electoral.
A partir de allí se inició para el mandatario un proceso de desgaste y de deterioro de sus relaciones con Estados Unidos, que le llevó a una situación de aislamiento que aún no logra superar.
El Congreso colombiano lo absolvió en la investigación por los denunciados nexos del narcotráfico con su campaña electoral, pero en julio de 1996, pese a esa decisión, Estados Unidos le canceló la visa de ingreso y evaluó negativamente su lucha contra el narcotráfico en marzo último.
Pese a que la presión externa ha cedido, porque como lo afirma el investigador de la Universidada Nacional Juan Tokatlián, Estados Unidos ha logrado de Samper "todo lo que estaba en su agenda" antidrogas.
Tokatlián estima que Washington logró de Samper la adopción de mayores castigos para los narcotraficantes, un acuerdo marítimo para abordar naves sospechosas, la política de erradicación de cultivos y la posibilidad de que el Congreso vueklva a inbtroducir la figura de la extradición en el código penal.
En este último año, en opinión de los analistas Rodrigo Lozada, de la universidad Javeriana, y Hernándo Gómez, del diario El Tiempo, Samper, "tal vez por cansancio de sus críticos", no tiene que enfrentarse ya a la polarización entre quienes le pedían la renuncia y quienes lo apoyaban.
En lo económico, uno de los retos del mandatario será bajar la tasa de desempleo, que llegó en julio a 13,6 por ciento, la más alta de la década.
Tendrá también que intentar lograr un mayor crecimiento económico, que fue de 2,3 por ciento en 1996, contra 5,7 en los primeros años de su gobierno.
En lo político, Samper anunció que si bien durante su gobierno no logrará llegar a un acuerdo de paz con la guerrilla aspira a dejar las bases para el inicio de una negociación, en la que también están intresados los principales grupos económicos del país.
En lo internacional, la presión que ejercía Estados Unidos en el terreno de la guerra a las drogas se ha trasladado ahora al campo de los derechos humanos.
El día 31 de agosto, el gobierno debería firmar un "memorando de entendimiento" con Washington que liga la asistencia militar estadounidense a las unidades antidrogas colombianos a la condición de que estos soldados no cometan más villaciones a los derechos humanos.
No obstante, algunos analistas Estados Unidos opinan que Estados Unidos deberá disminuirz su presión sobre Colombia para evitar en este país olas de nacionalismo y favorecer la candidatura del samperista Horacio Serpa.
La violación a los derechos humanos en Colombia es precocupante también para la Unión Europea (UE), que financia la oficina del delegado del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, inaugurada en abril.
LA UE ha sido el principal aliado de Samper ante la presión ejercida por Estados Unidos, (FIN/IPS/yf/dg/ip-if/97