/CIUDADES DEL MERCOSUR/ BRASIL: Concesión de telefonía celular registró alto sobreprecio

El gobierno de Brasil definió el viernes los consorcios que operarán la telefonía móvil en las áreas metropolitana e interior de Sao Paulo, tras una subasta donde se volvieron a registrar elevados sobreprecios.

El consorcio TESS, encabezado por la operadora sueca Telia, conquistó una de las áreas más disputadas, la del interior del estado de Sao Paulo, ofreciendo 1.327 millones de reales (1.225 millones de dólares), 121 por ciento más que el mínimo fijado por el gobierno.

Expertos del mercado esperaban un sobreprecio mayor, basándose en el desenlace de la subasta para la región metropolitana de Sao Paulo, cuando el grupo vencedor ofreció un precio 341 por ciento superior al mínimo propuesto.

El mismo consorcio que adquirió la concesión de Sao Paulo por 2.450 millones de dólares, encabezado por la estadounidense Bell South, ganó también el área 10, que comprende seis estados del nordeste, según se informó también este viernes.

La oferta fue de 555 millones de reales (512 millones de dólares), 141,5 por ciento más que el mínimo exigido por el gobierno y muy por encima de todas las previsiones, ya que el nordeste es considerado un mercado poco atractivo, por su nivel de pobreza.

Con los resultados de este viernes, se han definido los consorcios que explotarán el servicio en cinco de las diez áreas en que el Ministerio de Comunicaciones dividió el país para concesiones de la telefonía celular móvil en la "banda B", destinada al sector privado.

El servicio es también prestado por empresas estatales en la "banda A", para evitar el monopolio y asegurar una competencia y la consecuente reducción de precios y mejora de calidad. A partir de 1998 el gobierno pretende privatizar tanto la telefonía celular como la fija ofrecidas por sus empresas.

TESS aún depende de un fallo judicial para concretar su triunfo en la puja por la concesión el interior de Sao Paulo. Inicialmente el consorcio fue inhabilitado por una comisión del Ministerio de Comunicaciones, por irregularidad en los documentos que presentó.

Pero obtuvo una medida preliminar en la justicia que le aseguró el derecho a mantenerse en la licitación.

Expertos del mercado estiman que la decisión final le será favorable, ya que la desclasificación se debió a un problema irrelevante: la traducción de su propuesta se hizo en Suecia y no por traductor legal brasileño.

El consorcio, que cuenta entre sus socios a empresas brasileñas como la constructora CR Almeida, anunció que en 10 a 12 meses pondrá 300.000 teléfonos a la disposición de la población de los 110 municipios que servirá y un millón dentro de cuatro años.

El gobierno brasileño ya acumuló ingresos de más de 4.500 millones de dólares con las licitaciones de la "banda B". La meta inicial era obtener por lo menos 6.000 millones con las diez áreas. Ahora se espera superar los 7.000 millones.

Entre las áreas cuyos resultados serán conocidos próximamente están Rio de Janeiro, Minas Gerais y el Sur, importantes mercados de telecomunicaciones. Para el área ocho, que comprende el norte amazónico, no hubo candidatos.

El proceso de privatización se aceleró este año con la telefonía celular y la venta de empresas distribuidoras de electricidad, en operaciones en las que se refgistraron elevados sobreprecios.

Este año, el Estado podría ingresar por ese concepto 23.000 millones de dólares, contra los 10.000 previstos inicialmente, según la más reciente estimación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, que coordina el programa de desestatización.

Para el próximo año se espera un desempeño similar, con la incorporación de grandes empresas mayores del sector eléctrico y las estatales de telecomunicaciones.

La Petrobrás, gigante petrolera, quedó fuera del programa ante la fuerte resistencia política a la privatización de este símbolo del nacionalismo.

Pero se aprobó en el Congreso la flexibilización del monopolio, que permitirá la entrada del sector privado en la exploración, producción y refinamiento del crudo.

Con las nuevas reglas para el sector sancionadas esta semana por el presidente Fernando Henrique Cardoso, numerosas empresas privadas y extranjeras debería asociarse con la Petrobrás en nuevos proyectos.

El presidente de la estatal, Joel Rennó, estimó en 12.000 millones de dólares las nuevas inversiones en actividades petroleras en Brasil en los próximos tres años, producto de las nuevas condiciones. Un tercio provendría del sector privado. (FIN/IPS/mo/dg/if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe