Miembros exiliados del partido monárquico del Funcinpec, de Camboya, condenaron hoy la designación parlamentaria de un nuevo primer ministro en sustitución de su depuesto líder, el príncipe Norodom Ranariddh.
Ung Huot, miembro de una facción izquierdista del Funcinpec (Frente Nacional Unido por una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa), obtuvo el martes el puesto de primer ministro cuando 86 de los 99 miembros de la Asamblea Nacional que quedan en Camboya votaron a su favor.
Entre quienes votaron por Ung Huot estuvieron parlamentarios monárquicos y representantes del Partido del Pueblo Camboyano (CPP), antiguamente marxista.
Sin embargo, se prevé que el verdadero poder quedará en manos del suplente nominal de Ung Huot, el viceprimer ministro y líder del CPP Hun Sen, quien derrocó a Ranariddh el 6 de julio tras una serie de tumultos callejeros en Phnom Penh.
Aunque se espera que Ung Huot otorgue un tono moderado y multipartidario a la coalición de gobierno, dominada en los hechos por el CPP, muchos miembros del Funcinpec que están fuera de Camboya desde la expulsión de Ranariddh condenaron rápidamente la votación de la Asamblea.
"Para nosotros, la designación es ilegal, porque no está de acuerdo con nuestra Constitución", manifestó este miércoles el príncipe Sisowath Sirirath, embajador de Camboya ante la ONU.
Sólo el propio Funcinpec puede determinar su candidato a coprimer ministro, argumentó el enviado, pero eso es imposible ahora que menos de la mitad de los 35 miembros de la comisión permanente del partido monárquico permanecen en Camboya.
Kem Sokha, presidente exiliado de la Comisión Camboyana de Derechos Humanos, señaló varios tecnicismos que impiden que cualquier decisión de la Asamblea Nacional tenga efecto legal tras el derrocamiento.
"De acuerdo con las normas internas, 10 miembros cualesquiera pueden solicitar al presidente de la Asamblea Nacional que suspenda las sesiones, y ya lo pidieron más de 10", observó Sokha esta semana.
"Por lo tanto, cualquier decisión que adopte la Asamblea debe ser ignorada", añadió.
Además, señaló, un nuevo primer ministro sólo puede ser aprobado con el acuerdo de los dos vicepresidentes de la Asamblea, uno de los cuales, Son Soubert, había declarado que no aceptaría ningún candidato resultante de un golpe de Estado.
Sisowath puso en duda que la votación haya estado libre de coerción tras un mes en el que, según Sokha, fueron asesinados varios cientos de civiles y al menos 40 miembros del Funcinpec.
"No sé si, del lado del Funcinpec, los votos fueron emitidos voluntariamente o por temor a las represalias de Hun Sen", expresó Sisowath.
Otros gobiernos no se pronunciaron sobre la elección de Ung Huot, pero se prevé que pocos países occidentales que otorgan ayuda económica a Camboya la aprueben.
La ayuda de Estados Unidos fue suspendida tras la expulsión de Ranariddh y no es probable que se reanude como resultado de la designación de Ung Huot, aunque Washington se negó a calificar los hechos del mes pasado como un golpe de Estado.
Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado en ese entonces, advirtió que su gobierno sólo reconocería a un primer ministro democráticamente electo.
La Asociación de Países del Sudeste Asiático también suspendió planes en julio para integrar a Camboya al bloque regional.
Sin embargo, el paso del tiempo podría perjudicar a Ranariddh. Aunque el príncipe ganó las elecciones de 1993, supervisadas por la ONU, apenas fue mencionado en las cartas que su padre, el rey Norodom Sihanouk, dirigió a Hun Sen en las últimas semanas.
Así mismo, muchos de los funcionarios monárquicos que quedan en Camboya luchan por continuar en sus cargos, mientras los hombres de Hun Sen intentan reemplazarlos. (FIN/IPS/fah/aa/ml/ip/97
