CAMBODIA: Golpista Hun Sen rechaza pedido del jefe de la ONU

El gobenante de facto de Camboya, Hun Sen, rechazó la mayoría de los reclamos en torno al proceso de democratización que le entabló el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Hun Sen, segundo primer ministro del país asiático y líder del Partido del Pueblo Camboyano (PPC), se comprometió a colaborar con la ONU en el proceso de paz que la organización patrocina, pero reivindicó con fuerza el derrocamiento en julio del primer primer ministro, príncipe Norodom Ranariddh.

En una carta dirigida a Annan el jueves y conocida en la noche del viernes, el coprimer ministro también atribuyó la crisis a "desvíos de la verdad y propaganda exagerada de varias personas y medios de comunicación que abandonan su ética profesional en beneficio de sus propios intereses".

Hun Sen respaldó la designación del canciller Ung Huot en reemplazo de Ranariddh, concretada dos días después de que Annan le manifestó sus preocupaciones ante esa medida.

Los funcionarios de la ONU que revelaron el intercambio de cartas entre Hun Sen y Annan negaron que la respuesta del líder camboyano fuera un desaire, pues, de hecho, el gobernante "respondió a la brevedad" a las inquietudes del jefe del foro mundial.

Pero la respuesta está lejos de ser la deseada. En una carta privada enviada a Hun Sen y Ranariddh el lunes, el secretario general de la ONU exhortó a ambos líderes a conservar el marco democrático hasta la celebración de las elecciones previstas para mayo de 1998.

Esos comicios, afirmó Annan, deberán desarrollarse "en una atmósfera libre de temores o intimidación, con la participación de todas las fuerzas políticas en pie de igualdad".

El PPC, que derrocó a Ranariddh el 6 de julio tras dos días de batallas callejeras en Phnom Penh, la capital, ha manifestado su intención de cumplir con ese compromiso. La ONU prevé la constitución de un equipo de observadores internacionales para la instancia.

Pero, en otras materias, el gobernante camboyano se mostró menos cooperativo. Annan había exhortado a Hun Sen a permitir el regreso de Ranariddh a Camboya y que no se lo sustituyera en el puesto principal de la peculiar jefatura de gobierno surgida de las elecciones de 1993.

"Si se adoptara un reemplazo del príncipe Ranariddh, debería producirse en un proceso transparente de acuerdo con la constitución", observó el secretario general de la ONU.

Hun Sen respondió que 99 de los 120 integrantes de la Asamblea Nacional (parlamento) permanecen en el país y 86 votaron el miércoles la designación de Ung Huot.

El nuevo jefe de gobierno pertenece al partido de Ranariddh, el monárquico Frente Nacional Unido por una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa (FUNCINPEC).

El líder del PPC explicó que la votación superó la mayoría de dos tercios requerida por la constitución para la aprobación del reemplazo.

La Asamblea Nacional también revocó la inmunidad de Ranariddh, por lo que, si regresa al país, podría ser arrestado para su juzgamiento por casos de supuesta corrupción y tratos con la guerrilla maoísta Jemer Rojo.

En su carta a Annan, Hun Sen atribuyó el golpe al presunto intento de Ranariddh de "crear inseguridad pública" con el concurso del Jemer Rojo "y la mafia" camboyana y agregó que la Asamblea Nacional no pudo sesionar durante siete meses.

"El príncipe Ranariddh puede regresar a Camboya, pero debe justificar sus actos ante la justicia", pues está acusado de "importación ilegal de armas y negociaciones secretas con el clandestino Jemer Rojo", sostuvo Hun Sen, en lo que constituye el rechazo más directo a las sugerencias de Annan.

Ranariddh y Hun Sen constituyeron tras las elecciones de 1993 un gobierno conjunto que excluyó al Jemer Rojo, que continuó con su actividad guerrillera cerca de la frontera con Tailandia.

La resistencia jemer contribuyó al actual malestar. El líder del grupo, Pol Pot, fue juzgado este mes por sus propios compañeros y condenado a cadena perpetua.

Hun Sen, quien abandonó el Jemer Rojo a fines de los años 70 y encabezó la oposición respaldada por Vietnam al régimen de Pol Pot (1975-1979), responsable de al menos un millón de muertes, acusó a Ranariddh de cortejar a la guerrilla con el fin afianzar la mayoría de su partido.

Funcinpec y el Jemer Rojo fueron aliados militares contra el PPC entre 1979 y 1991. Esa coalición de monárquicos y maoístas contó con el respaldo de China y Estados Unidos.

La ONU, al parecer, está a la espera de la reunión de Hun Sen y Ung Huot con el monarca constitucional de Camboya, el rey Norodom Sihanouk, padre de Ranariddh, quien está bajo tratamiento médico en Beijing y se ha mantenido al margen de la disputa por la jefatura del gobierno.

Pero la designación de Ung Huot "no tiene, para nosotros, las características que la harían aceptable", sostuvo un alto funcionario de la ONU que reclamó reserva sobre su identidad.

El cuerpo mundial analizan la forma como Sihanouk y los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) manejan la nueva situación política en Camboya. La ASEAN postergó la integración del país en el bloque prevista para este mes.

"Lo que parece evidente es que la decisión de la Asamblea Nacional tuvo una gran mayoría. El quórum fue claro", agregó el funcionario de la ONU.

El FUNCINPEC rechaza por completo estos argumentos.

En un comunicado difundido el viernes desde Bangkok, el partido monárquico condenó la votación del parlamento, a cuya sesión calificó de "charada", "asamblea incompleta compuesta por miembros irregulares y oportunistas manipulados por el señor Hun sen en una atmósfera de temor y amenazas".

El monárquico embajador de Camboya ante la ONU, príncipe Sisowath Sirirath, agregó el procedimiento fue violatorio de varias disposiciones constitucionales y reglas internas del FUNCINPEC.

Ranariddh se reunió la misma semana de su derrocamiento con Annan y otros diplomáticos de la ONU en la sede del foro mundial en Nueva York.

La organización internacional está en una encrucijada, pues Camboya, pasó en pocos días de ser un modelo de los esfuerzos diplomáticos y de paz de la ONU a ser un país sacudido por la crisis.

Ranariddh exhortó a los inversores extranjeros a retirarse de Camboya y a las instituciones financieras internacionales a no desembolsar fondos al gobierno de Hun Sen.

Pero la suerte parece no estar del lado de los monárquicos. El propio Sihanouk se ha abstenido de mencionar a su hijo en recientes y cordiales cartas dirigidas a Hun Sen y, aunque no emitió un decreto real para confirmar la designación de Ung Huot.

Además, el monarca recomendó al presidente de la Asamblea Nacional, Chea Sim, que firme él mismo el nombramiento "si lo cree apropiado".

Diplomáticos en la ONU afirman en privado que los gobiernos podrían aceptar cualquier solución que mantenga la estabilidad en Camboya y garantice la celebración de elecciones en mayo.

En ese caso, si Ranariddh desea retornar al poder, deberá esperar hasta esa instancia, en caso que se le permita comparecer como candidato. (FIN/IPS/tra-en/fah/aa/mj/ip/97

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