El general retirado Hugo Banzer Suárez asumió hoy como nuevo presidente de Bolivia con la promesa de centrar su gestión en la lucha contra el ato índice de pobreza, que hace de este país el de menor desarrollo relativo en América Latina.
Banzer, que gobernará los próximos cinco años al frente de una alianza partidaria que incluye a diez organizaciones políticas, dijo en su discurso de asunción que trabajará "sin descanso por una Bolivia para los bolivianos, con más oportunidad y menos pobres, menos analfabetos, más equitativa y justa".
"La estrategia para un desarrollo social justo es una responsabilidad que no puede quedar librada solamente a las fuerzas del mercado", agregó.
La atención a las microempresas, que ocupan a la mayor parte de la mano de obra nacional, a la salud y la educación, la disminución de la burocracia, la intervención del Estado en el terreno social y la lucha contra el narcotráfico son algunas de las recetas del presidente para superar la pobreza.
En materia de política exterior, Banzer dijo que Bolivia debe consolidar su situación de país articulador de los bloques de integración de América del Sur, el Grupo Andino y el Mercosur.
Ganador de las elecciones del pasado 1 de junio y ratificado mayoritariamente por 115 de 157 votos parlamentarios el martes último, el general retirado fue entre 1971 y 1978 líder de un gobierno dictatorial.
En el acto celebrado este miércoles asumió como vicepresidente Jorge Quiroga, un joven ingeniero de sistemas de 37 años que reemplazó a Víctor Hugo Cárdenas, quien marcó un hito en la historia nacional al haber sido el primer vicepresidente de origen indígena aymara.
A la ceremonia de investidura presidencial asistieron como invitados especiales los presidentes Carlos Menem (Argentina), Ernesto Samper (Colombia), Fabián Alarcón (Ecuador), Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), Alberto Fujimori (Perú) y Julio María Sanguinetti (Uruguay).
También estuvieron presentes, entre otros, el príncipe de Asturias Felipe de Borbón y Grecia, el vicepresidente de Brasil, Marcos De Oliveira, el canciller de Cuba Roberto Robaina y representantes de 72 delegaciones internacionales.
En su discurso, Banzer tuvo duros conceptos para la gestión de su predecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada. "La Bolivia que nos dejan está muy lejos de la Bolivia que deseamos", declaró.
Sánchez de Lozada había afirmado previamente que su gestión condujo a construir un país "descentralizado, participativo, productivo, redistributivo, más justo y solidario".
Advirtió que hay cuatro acechanzas que el gobierno de Banzer debe tomar como advertencias: el narcotráfico, la desintegración nacional, el despilfarro del patrimonio de los ciudadanos y el autoritarismo político.
El ahora ex presidente señaló que será "inflexible" desde la oposición "si tan sólo de intención se atenta contra los intereses de los bolivianos". (FIN/IPS/jcr/dg/ip/97