Pasaron ya 20 años desde la muerte de "El Rey" de la música rock, o, según algunos, desde que pasó a la clandestinidad voluntariamente.
Cualquiera haya sido su forma de desaparición, Elvis Presley fue visto este mes en todas partes, incluso en la cara del actual presidente de Estados Unidos.
Uno hasta podría ser perdonado por creer que Elvis está vivo bajo la forma del igualmente sensible, sureño y amante de la música Bill Clinton. O quizá travestido como la estrella canadiense de música country K.D. Lang, fanática declarada del cantante.
El canal de televisión VH-1 transmitió durante toda una semana conciertos, películas y vídeos de Presley, y la semana pasada miles de fanáticos se reunieron frente a la mansión Graceland, en Tennessee, donde vivió el ídolo, para realizar una vigilia en homenaje a él.
No resultaba obvio que la influencia de Presley sería tan importante cuando su carrera se convirtió en una autoparodia en la segunda mitad de los años 70, hasta concluir el 16 de agosto de 1977, cuando sufrió un ataque cardíaco estando en el inodoro luego de atracarse una vez más con comida y drogas.
El grupo negro de rock Living Colour se mofó del patético fin del músico en su canción "Elvis está muerto", que dice: "cuando el rey murió / estaba en su trono".
Por un tiempo, la música rock procuró desprenderse del aura de Elvis, su primer gran símbolo sexual que terminó como un meloso y mediocre cantante de Las Vegas excedido de peso.
El grupo de rap Public Enemy resumió así su opinión sobre el ídolo en su canción "Fight the Power", lanzada en 1989: "Elvis era el mayor de los héroes / pero para mí nunca fue importante / era un racista evidente".
Parte del problema radica en que la carrera de Presley se basó en la unión de dos populares géneros musicales de la posguerra: la música blues, en ese entonces exclusivamente de negros, y la música country, dominada por blancos.
En una época en que las leyes mantenían a ambas razas segregadas, Presley expurgó blues como "No eres más que un perro cazador", de Big Mama Thonrton, que lo lanzaron al estrellato.
En el moderno Estados Unidos, ese legado no hace feliz a la comunidad de origen africano, que intenta reivindicar sus raíces musicales y expropiárselas a los "popularizadores" blancos.
Como resultado, grupos de blues como Living Colour están ansiosos por difundir la idea de que las descoloridas versiones de Presley no justifican su título de Rey del Rock and Roll.
Una banda de rap, Run-DMC, llegó a reclamar su derecho a compartir ese título con Presley.
De forma significativa, el único músico negro que intentó reivindicar el legado del Rey del Rock en los últimos años es Michael Jackson, el Rey del Pop.
Jackson tuvo un fugaz matrimonio con la hija de Presley, Lisa Marie, y también adoptó del ídolo gestos característicos como los movimientos pélvicos.
Irónicamente, Jackson, al igual que Presley, llama la atención por razones negativas. Rumores de pedofilia y de abuso de analgésicos lo persiguen de la misma forma que las historias de excesos sexuales, gastronómicos y de drogas persiguieron a Elvis.
En realidad, muchos fanáticos del Rey se enfrentan al dilema de identificarse con el esbelto y joven Elvis de los 50 o con el obeso y llamativo Elvis de los 70.
El servicio postal de Estados Unidos, antes de publicar un sello de Presley hace tres años, dio a sus clientes la oportunidad de elegir entre ambas versiones. Los encuestados votaron abrumadoramente en favor de la versión de los años 50.
Sin embargo, aun el Elvis de los años 70 es fuente de inspiración, particularmente para los cantantes de country que se regodean en el mismo sentimentalismo excesivo que caracterizó al ídolo en sus últimos años.
A juzgar por la cantidad de imitadores de Elvis -convertidos prácticamente en una tradición estadounidense- y las hordas de fanáticos que aún visitan Graceland cada año, Presley continúa siendo una figura cultural tan importante como hace dos décadas.
"Elvis está en todas partes", el tributo medio en serio y medio en broma del rockero Mojo Nixon, es hoy más real que nunca: "Elvis está en todas partes / Elvis es todas las cosas/ Elvis somos todos / Elvis todavía es El Rey". (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ml/cr/97