A dos meses de las elecciones legislativas en Argentina, un estudio informático develó irregularidades en al menos 17 por ciento del padrón electoral, un fenómeno que no responde a errores sino a una maniobra intencional, según los técnicos.
El ingeniero Ariel Garbarz, autor del trabajo, anticipó a IPS que una vez finalizado el repaso del padrón completo se presentará a la justicia en forma particular, y lo mismo hará la opositora Unión Cívica Radical, que había encargado el control de las listas.
La responsabilidad por estas alteraciones puede estar en la Cámara Nacional Electoral, en el Ministerio del Interior o en el Registro Nacional de las Personas, "pero con certeza podemos decir que los tres son responsables de negligencia", aseguró el experto.
Garbarz es títular de la cátedra de Ingeniería en Computadoras de la Universidad de Buenos Aires y está a cargo del Programa de Asistencia Técnica a Organismos de la Administración Pública. Su empresa de consultoría encontró las irregularidades en el padrón.
Sobre 14 millones de ciudadanos en condiciones de votar -el padrón completo que aún no se revisó es de 22 millones-, se encontraron más de 2,5 millones de votantes con igual nombre y número de documento o con una diferencia de apenas un dígito.
El Ministerio del Interior había entregado una cinta Dat con la primera parte del padrón al radicalismo, y en el centro de cómputos de ese partido Garbarz los listó y los imprimió enviando al primer lugar a los que estaban repetidos. Así saltó la irregularidad.
La secretaria de Asuntos Institucionales del Ministerio, Liliana Gurdulich, admitió que puede haber irregularidades pero "no llegan a 0,5 por ciento" del padrón. No obstante, ante el informe de Garbarz advirtió luego: "si se comprueba, nos tenemos que ir todos".
El experto advirtió que "están dadas las condiciones para el fraude" en las elecciones legislativas del 26 de octubre, sin que nada se pueda hacer desde la informática. "Habría que convocar a esos 2,5 millones a que se presenten y dar de baja al que no corresponda", planteó.
Con menos difusión, la empresa Compunor, contratada por un sector del gobernante Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires -donde vota 50 por ciento del electorado- llegó a la misma conclusión en cuanto al porcentaje de documentos similares.
Garbarz sostuvo que el mismo padrón cuestionado, con la natural incorporación de jóvenes y cambios de domicilio, se usó en 1995 cuando fue reelecto el presidente Carlos Menem por casi 50 por ciento de los votos.
Los comicios de octubre son claves pues los dos principales partidos de oposición -la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario- formaron una alianza para derrotar al Partido Justicialista, que gana en las elecciones nacionales desde 1987.
Garbarz fue contratado también por el radicalismo en la nororiental provincia de Misiones, donde se prevé una puja muy reñida en los comicios de octubre. Allí detectó que había casos de documentos homólogos -con cambio en un dígito-, por lo que habría muchos ciudadanos que no podrán votar.
"Esos casos fueron cruzados con el padrón de afiliados del radicalismo y se observa que se trata en su mayoría de votantes de ese partido", observó Garbarz y explicó que esa maniobra se logra mediante un simple programa de computación.
Al mismo tiempo, en Misiones se observó gran cantidad de casos de documentos similares, y al enfrentarlos al padrón del Partido Justicialista se observa que hay la misma coincidencia, o sea que votantes de esa fuerza podrían ir dos veces a las urnas.
Garbarz considera que no se trata de un error o un accidente, sino de una "maniobra informática, intencional", aunque eludió señalar al posible autor de la operación y prefirió reunir los datos para presentarse ante la justicia en forma separada del partido que lo contrató. (FIN/IPS/mv/ag/ip/97