Consejos Asesores Locales (CAL) que otorgan a ciudadanos de Jamaica un papel protagónico en la preservación de parques nacionales enfrentan los planes del gobierno para reducir sus potestades, tras denunciar daños al medio ambiente.
Algunos CAL se atascaron en los primeros intentos, pero en otros la participación directa de ciudadanos en un esfuerzo colectivo resultó ser la mejor forma de proteger la naturaleza.
No obstante, nuevos planes de las autoridades pretenden limitar el papel de los consejos a la asesoría, mientras la intervención de los CAL es criticada por sus denuncias contra empresas por daños causados al ecosistema.
"El intento original de los CAL fue lograr que las comunidades se involucraran en los parques nacionales y brindaran su aporte a la hora de tomar decisiones. Pero resulta que los consejos están optando por otros caminos", dijo Leary Miller.
Miller es vicedirector ejecutivo de la Autoridad de Conservación de Recursos Nacionales (ACRN), organismo del gobierno encargado de asuntos ambientales.
El ejemplo más citado es la forma en que los CAL asociados al Parque Marino en el balneario de Montego Bay, en la costa norte, resolvieron sus gestiones. Consejos similares operan en los parques nacionales Blue Mountain y John Crow Mountain, cerca de Kingston.
Los CAL del Parque Marino comenzaron a operar en 1990, cuando fue inaugurado. El consejo integró a buzos, pescadores y representantes de la industria del turismo.
En el plazo de un año, este CAL había desafiado a una empresa de seguros por problemas ambientales asociados con un complejo habitacional en Montego Bay.
El consejo también denunció al magnate hotelero John Issa, presidente de la cadena SuperClubs, por sus planes de conectar un hotel a un sistema de saneamiento sobrecargado.
También hubo protestas porque el uno de sus nuevos hoteles, el Breezes, fue construido demasiado cerca de la costa.
Ambientalistas del consejo alegaron que la construcción tendría un impacto nocivo sobre los arrecifes de coral de la bahía, los cuales ya corren el riesgo de ser destruidos por la contaminación y la devastación de los buceadores.
Miembros de los CAL presionaron para que se tomaran medidas, pero el intento tensionó las relaciones con la Autoridad de Conservación de Recursos Nacionales.
"La ACNR se avergüenza de la acción del CAL del Parque Marino, aunque debería haber sido este organismo el que tomara medidas contra Breezes y Mutual Life, pero dejaron pasar el asunto. El CAL no lo hizo, y por eso están molestos", dijo la ambientalista de Montego Bay Joan Smith.
La experiencia del parque marino impulsó al gobierno a poner el freno a las operaciones de los CAL.
Miller anunció la preparación de directrices para los CAL. "Deben ser cuerpos asesores. La gente en los CAL se tomó su función con demasiada seriedad, e interfirió en varias actividades fuera de su jurisdicción", destacó Miller.
Pero este plan indignó a los conservacionistas, quienes creen que los consejos asesores locales deben tener poderes más amplios. Smith señaló que los consejos en el parque nacional de Blue Mountain sólo tratan con "asuntos comunales".
"Ese consejo no ha hecho nada por denunciar a plantadores de café que contaminan cursos de agua, ni por encarar la tala ilegal de árboles. El CAL de Parque Marino, por otro lado, se ocupó de asuntos de fuerte impacto en el medio ambiente", subrayó.
Otros, no obstante, creen que el consejo de Blue Mountain está haciendo un buen trabajo. Becky Lemoine, agente de turismo del Parque Blue Mountain, destacó que los residentes y visitantes son ahora más conscientes de la necesidad de respetar el medio ambiente.
Así mismo, se cortan menos árboles a medida que la gente aprende a mezclar el cultivo de café con el bosque.
Smith y otros presionan para que los CAL obtengan más amplias potestades.
Mientras, el debate entre conservacionistas privados y el organismo estatal continúa. Ambas partes se proponen preservar el medio ambiente, pero se permitieron verse envueltas en lo que un observador calificó como "politiquería". (FIN/IPS/tra-en/sp/jc/lp/en/97
