Costa Rica logró detener este año a la deforestación y empieza a aumentar el área destinada a bosques y a plantación de árboles, aseguró el ministro de Ambiente y Energía, René Castro.
Eso no significa que no se tale bosque o plantaciones comerciales, sino que la cantidad que se planta es superior a la que se corta, explicó Castro.
Costa Rica era considerada en los años 70 uno de los mayores deforestadores del planeta, con un promedio de 50.000 hectáreas arrasadas por año. Pero la situación fue cambiando con una agresiva política de defensa de los recursos naturales.
Castro indicó, sin embargo, que la reversión de la tendencia a la deforestación sólo se puede confirmar si el propietario de la tierra recibe por reforestarla ingresos al menos iguales a los que obtendría por destinarla a la ganadería o la siembra de maíz, y si la comunidad internacional colabora en la tarea.
La ley forestal vigente reconoce cuatro tipos de servicio que deben pagarse: la mitigación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), la protección de agua de uso rural, la protección de la biodiversidad y la conservación de los bosques para fines turísticos y científicos.
Los reforestadores y las comunidades que se hacen cargo de preservar bosques primarios son retribuidos por la reducción de emisiones de CO2 con el dinero obtenido de la colocación de bonos de carbono en el mercado internacional.
Hasta ahora, Costa Rica ha logrado vender sólo tres millones de dólares por concepto de este servicio ambiental, porque, según Castro, todavía no hay un mercado establecido.
La protección de las fuentes de agua se pagará a través de impuestos específicos a cobrarse a quienes hagan uso de ellas, como empresas hidroeléctricas y compañías productoras de refrescos y de cerveza, y embotelladoras de agua, que necesitan aguas muy limpias.
La población costarricense aporta también para el pago a los reforestadores mediante un impuesto a los combustibles que genera siete millones de dólares anuales.
El ministro considera que si la comunidad internacional no colabora en la compra de servicios de fijación de carbono, no será posible aumentar la cobertura boscosa. En ese caso, la superficie arbolada no aumentaría y permanecería en 36 por ciento del territorio nacional.
Esta situación, agregó Castro, será planteada -para que sirva de experiencia a otros países- en la Convención Internacional de Bosques, que se realizará en Turquía en octubre, y en otras reuniones sobre el tema.
El ministro anunció que Costa Rica realizará en los próximos meses un mapa satelital de sus bosques, para comprobar la reversión de la tasa de deforestación.
Esa información sobre la cobertura boscosa será certificada por la compañía francesa Societé Général de Survillance, con el fin de que no hayan dudas sobre la cantidad de bosques que tiene el pais y su capacidad de absorción de CO2.
Los bosques están entre los mayores purificadores del aire, pues los árboles están compuestos en casi un 50 por ciento por carbono. Al crecer, toman de la atmósfera las partículas de carbono que necesitan y liberan oxígeno. (FIN/IPS/mso/ff/en/97