El gobierno de Camerún adoptó un plan para la conservación de los elefantes como indicadores de una gestión ambiental más amplia, tras años de debates con expertos y representantes de varios sectores.
Martin Tchamba, ecologista especializado en vida salvaje de la Universidad de Dschange, dijo que la meta es poner en marcha un programa mediante el cual el gobierno pueda desarrollar una política de conservación que incluya la protección de los elefantes.
El elefante será utlizado como atractivo, por ser una especie altamente visible y conocida que puede actuar como medida del progreso hacia el desarrollo de un programa de conservación nacional, dijo Tchamba, quien además es consultor de la oficina en Camerún del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El Plan Nacional de Gestión de Elefantes tiene seis elementos principales. El primero es respaldar y desarrollar la investigación y programas de supervisión y vigilancia de la población de paquidermos y su hábitat.
Así mismo, procura mejorar la protección de la especie del comercio insostenible e ilegal de marfil.
La promoción del valor económico del elefante mediante la vigilancia de la caza deportiva, y programas de conservación a cargo de las comunidades locales en que los beneficios financieros son utilizados por estas, también son prioridades del plan.
Además, el plan hace un llamado a estrategias para reducir los conflictos entre humanos y elefantes, y a que el gobierno fortalezca las leyes y las instituciones necesarias para manejar los elefantes desde un enfoque sostenible.
Los conflictos entre humanos y elefantes se convirtieron en un tema central en Camerún en los últimos años.
Tchamba dijo que estos conflictos son más agudos en el ecosistema de sabana, debido a la pérdida del hábitat del animal, tras la conversión de la vegetación natural en tierras arables, y la tala de grandes áreas.
Esta situación empeoró por un aumento en la población de elefantes en ciertas áreas, y alteraciones en los patrones de movimiento de los paquidermos.
El Ministerio de Medio Ambiente y Forestación de Camerún jugará un papel preponderante en el programa, y los expertos producirán planes de ación para las regiones del país en que viven los elefantes, la selva y la sabana.
Las estrategias de conservación no pueden ser iguales en ambos ecosistemas, resaltó Issa Djoh Diang, vicedirector de vida silvestre del ministerio.
Camerún aún tiene una población relativamente grande de elefantes. La población del país se estima actualmente en 20.000, y 75 por ciento de ellos vive en la selva ecuatorial.
La mayoría de los elefantes del país viven fuera de áreas protegidas y por lo tanto son más vulnerables a las actividades de desarrollo y la caza ilegal.
Los esfuerzos por controlar a los elefantes se han frustrado con anterioridad debido a la falta de información exacta sobre el número de individuos y su distribución, presupuestos magros para las áreas protegidas y personal insuficiente y mal pago que carece de equipos básicos como uniformes, transporte o radios.
Steve Gartland, representante de WWF en Camerún, sostuvo que el país debe colaborar con la conservación de la especie a nivel subregional.
"Es importante armonizar las leyes y desarrollar estrategias comunes para asegurar la conservación de las poblaciones de elefantes que cruzan fronteras" y los cazadores ilegales que las atacan, agregó. (FIN/IPS/tra-en/tm/pm/lp/en/97