El presidente chileno Eduardo Frei provocó un sacudón político en Uruguay, al excluir de su visita oficial una ceremonia organizada por el gobierno izquierdista de la capital, en la que se aguardaba el discurso de un ex guerrillero tupamaro.
Frei llegó el miércoles a Uruguay para permanecer hasta este viernes. Su intención es consolidar los lazos políticos y económicos de Chile con el Mercado Común del Sur (Mercosur), un blque del que su país es socio comercial.
La visita de Frei tomó un giro imprevisto cuando el gobierno de Chile resolvió eliminar de la agenda la tradicional ceremonia de recepción de las llaves de Montevideo.
La prensa destacó que la decisión chilena fue recibida con malestar en la coalición de izquierdas Frente Amplio, que desde 1990 controla el gobierno municipal de la capital y tiene entre sus aliados al Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Según la mayoría de las encuestas de opinión, el Frente Amplio tiene posibilidades de alcanzar el gobierno nacional en las elecciones de 1999. Ya ha triunfado dos veces consecutivas en Montevideo, donde viven casi 45 por ciento de los 3,1 millones de habitantes del país.
Frei, dirigente del PDC de Chile, no modificó su decisión ni siquiera ante la gestión que intentaron Belela Herrera, representante de relaciones internacionales del gobierno municipal del Montevideo, y dirigentes democristianos uruguayos.
Adolfo Pérez Piera, del PDC de Uruguay, encabeza de modo interino el gobierno comunal, por hallarse fuera del país el intendente titular, Mariano Arana.
"No comparto, pero comprendo" la actitud de Frei, que se relaciona con "la delicada situacion que vive Chile en los últimos meses de (Augusto) Pinochet como comandante en jefe del ejército", declaró Jorge Rodriguez, secretario general del PDC local.
El general Pinochet, presidente de un régimen dictatorial entre 1973 y 1990, abandonará el mando del ejército chileno en diciembre.
Rodríguez lamentó el incidente, especialmente porque el PDC uruguayo tiene "una gran afinidad programática e ideológica" con la gobernante Concertación por la Democracia, de Chile, una alianza en que prevalecen los democristianos y los socialistas.
Integrantes de la delegación de Frei insinuaron a IPS que la decisión se tomó para evitar la posibilidad de un discurso "agresivo" del ex guerrillero tupamaro Jorge Zabalza, presidente de la junta legislativa de Montevideo.
Rodriguez confirmó la versión. "Con sus actitudes anteriores, Zabalza ha generado una situación política que debería llamarlo a la reflexión, porque perjudica a la ciudad de Montevideo", dijo.
En marzo, Zabalza aprovechó otra ceremonia protocolar para preguntar en un discurso al presidente de Francia, Jacques Chirac, que visitaba Montevideo, "¿Por qué el gobierno francés apunta a la bomba, a la guerra nuclear, desoyendo el clamor que provocaron sus pruebas en Mururoa?".
También se refirió a la empresa francesa Gaz de France, en ese momento en conflicto con sus trabajadores en Uruguay. "No queremos capitales franceses que se burlen del parlamento nacional, del Ministerio de Trabajo, de la central sindical, de la soberanía del pueblo uruguayo", dijo entonces.
Las expresiones de Zabalza, duramente criticadas por el gobierno de Uruguay, fueron respaldadas "de la primera a la última palabra" por el Frente Amplio, afirmó el diputado izquierdista Jorge Orrico.
A juicio de Zabalza, el mandatario trasandino "debe tener cola de paja" y pretende enviar un mensaje a la derecha de su país al no entrevistarse con "un gobierno (municipal) progresista".
"Es tremendo que el presidente Frei desconozca a la mitad de la población de Uruguay", agregó el ex guerrillero.
"Creo que el señor Frei prefiere una anticuada forma protocolar propia del siglo XVIII cuando se recibía a los embajadores con bastones y pelucas empolvadas bailando el minué. Hoy, las relaciones diplomáticas implican el intercambio de opiniones verdaderas", comentó Zabalza.
El edil aseguró que no tenía la intención de ofender con su discurso a los visitantes chilenos.
También dijo que se proponía citar fragnentos del "Canto General", del poeta chileno Pablo Neruda, y del último discurso de Salvador Allende, el presidente socialista muerto en Chile cuando resistía el golpe de Estado de Pinochet.
Con el pueblo chileno "nos sentimos hermanados. Compartimos el Estadio Nacional (lugar de reclusión luego del golpe) donde había alrededor de 400 uruguayos junto a los 5.000 chilenos que presenciaron el asesinato (del cantante) Víctor Jara", dijo Zabalza.
La situación creada "preocupa" el gobierno uruguayo, pero no se aguardan consecuencias, según aclaró el canciller Alvaro Ramos.
Ramos explicó que las invitaciones complementarias a una visita oficial son sólo optativas, y que sólo es de orden para la delegación extranjera el saludo a los representantes de los tres poderes del Estado. (FIN/IPS/rr/ff/ip/97