Unos 400 obreros de las centrales nucleares de Rusia formaron hoy piquetes ante la sede del gobierno para exigir el pago de salarios atrasados, después de que muchos de ellos cubrieran a pie cientos de kilómetros.
Un caso crítico se vive en la planta nuclear de Desnogorsk, cerca de Smoliensk, en la frontera con Belarús, donde los salarios no han sido abonados en los últimos siete meses.
La suma adeudada a los trabajadores de Desnogorsk asciende a 5,7 millones de dólares, informó Vyacheslav Vorobyov, líder del sindicato de esa central y participante de la marcha llegada a Moscú.
Igor Fomichev, presidente del sindicato de trabajadores de la industria nuclear, declaró que "90 por ciento" los manifestantes confían en que su demanda será atendida por las autoridades.
Los 100 trabajadores de la central de energía de Desnogorsk incorporados a la protesta realizaron una marcha de dos semanas desde Smoliensk a Moscú. En la ruta se unieron a manifestantes que procedían de otras localidades.
Los problemas financieros de Desnogorsk tienen origen en la morosidad de sus clientes, afirmó Yevgeny Safrygin, director de esa central.
Las compañías distribuidoras de electricidad de las regiones de Bryansk, Nijny Novgorod, Vologda, Tula y Arkhangelsk adeudan unos 200 millones de dólares a la planta de Smoliensk.
La vecina región de Bryansk debe a Desnogorsk 35 millones de dólares. En junio, la central le suministró electricidad por algo más de tres millones de dólares, que no fueron pagados.
Como resultado, la central de Desnogorsk no puede hacer frente a sus compromisos. Debe 31 millones de dólares por compras de combustible nuclear, y sus proveedores suspendieron las entregas.
Así mismo, mantiene deudas por 26 millones de dólares ante las empresas que realizan el mantenimiento de sus equipos. Dos de los tres reactores de la central están fuera de servicio y no pueden ser reparados, por falta de fondos.
Ocho trabajadores de Desnogorsk iniciaron una huelga de hambre el 3 de este mes, el día en que comenzó la marcha hacia Moscú. Safrygin, el director de la estación, advirtió que sólo recortando la paga a otros trabajadores podría abonar el salario a los ayunantes.
Finalmente, y luego de que la prensa diera notoriedad al caso, los ocho obreros recibieron la paga correspondiente hasta abril y abandonaron su huelga de hambre.
El viceprimer ministro Boris Nemtsov aceptó este jueves hacerse cargo de la industria nuclear, aunque advirtió que la prioridad de su gestión será garantizar la seguridad de las centrales y no el pago de los salarios adeudados.
El presidente Boris Yeltsin, de vacaciones en las costas del Mar Negro, convocó al ministro de Energía Nuclear, Viktor Mijailov, para discutir la situación y todos los problemas que enfrenta el sector.
Mijailov advirtió que la protesta sindical, aunque justificada, no resolverá los problemas creados a las centrales electronucleares por la morosidad de sus clientes.
El ministro propone que Yes Rossii, la compañía nacional de transmisión de electricidad, aumente a 10 por ciento de los ingresos que percibe por distribución de energía su pago a las centrales generadoras, ubicado ahora en uno por ciento.
La insolvencia ha obligado a la central nuclear de Kursk, cercana a la frontera con Ucrania, a archivar de momento su proyecto de instalar un quinto reactor.
La administración de Kursk enfrenta dificultades para mantener la planta en servicio. Sus clientes le adeudan 175 millones de dólares y, al igual que la central de Desnogorsk, no tiene recursos para comprar combustible ni piezas de recambio.
"Los clientes deben pagar sus deudas a la central nuclear. Las autoridades (de la región) procederán a examinar la competencia profesional de los administradores de las compañías morosas", advirtió Viktor Sidortsev, vicegobernador de Kursk. (FIN/IPS/tra-en/ai/jmp/rj/ff/en lb/97