La industria petrolera de México resistió la caida de precios internacionales del crudo registrada entre diciembre y junio, y en el primer semeste del año aumentó 14 por ciento sus utilidades netas respecto de igual periodo de 1996.
El sector petrolero, en poder del Estado desde hace 59 años, obtuvo entre enero y junio ganancias por 10.950 millones de dólares y se consolidó como una de las principales fuentes de financiamiento del gasto público, según informes difundidos este miércoles por la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex).
Pemex, que produce un promedio de casi tres millones de barriles diarios, transfiere al Estado 91 por ciento de sus utilidades.
La empresa petrolera, que extrae crudo y gas, refina y produce múltiples derivados, está fuerte y en crecimiento a pesar de los últimos desequilibrios en el mercado internacional, afirmó Adrián Lajous, director de Pemex.
Los precios del petróleo exportado por México descendieron de 21,6 dólares por barril en diciembre a 15,3 dólares en junio, el nivel más bajo de los últimos 20 meses.
La declinación de los precios se debe a un excendente en la oferta mundial de petróleo, explicó Pemex.
"La expansión de la oferta del mar del Norte, Venezuela y México ha contribuido en forma decisiva al desequilibrio prevaleciente en los mercados. Salvo Arabia Saudita y Kuwait, todos los países productores parecen estar operando al límite de su capacidad", señaló la empresa.
No obstante, la producción de México conitnuará en aumento, hasta superar los tres millones de barriles diarios, un volumen nunca alcanzado hasta ahora, informaron los directivos de Pemex.
Con 134.610 trabajadores e inversiones anuales por alrededor de 6.000 millones de dólares, Pemex es una de mayores empresas del mundo y de la pocas de su tipo no privatizadas.
México logró revertir entre enero y junio de este año las pérdidas por la caída de precios del crudo con un aumento de sus exportaciones de 1,4 a 1,7 millones de barriles diarios.
Cerca de 80 por ciento de las ventas se dirigen a Estados Unidos, ocho por ciento a Europa, siete a América Latina y cinco por ciento a Asia.
Estatizada en marzo 1938 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas (1934-40), en medio de protestas y presiones de empresas internacionales, la industria petrolera mexicana comienza a abrirse a la participación privada.
En el sector ya trabajan firmas privadas en transporte, almacenamiento y distribución de gas natural. Además, desde principios de este año se cumple un proceso para privatizar 49 por ciento de las acciones y activos de la industria petroquímica.
Para cumplir los objetivos de crecimiento, Pemex necesita triplicar en los próximos tres años su capacidad industrial con nuevas inversiones del Estado y del sector privado, señaló Lajous.
Agregó que entre enero y junio fueron colocados en el mercado financiero internacional bonos de Pemex por 760 millones de dólares a plazos de siete a 10 años.
Gobierno y políticos consideran "un triunfo de la soberanía" mexicana la nacionalización del petróleo en la época de Cárdenas.
En cada aniversario de ese hecho, las autoridades prometen que jamás entregaran el control de industria petrolera a empresas transnacionales, pues entienden que el manejo de los recursos naturales es un "asunto de soberanía".
Raúl Quijano, director para América Latina de la consultoría estadounidense Petroleum Finance Company, opina que México deberá modificar sus "conceptos de soberanía" si desea obtener más recursos para desarrollar su industria petrolera como lo demanda el mercado internacional.
En opinión de Quijano, México puede demostrar su "verdadera soberanía" imponiendo reglas para controlar la inversión extranjera en el sector del petroleo y manteniendo a Pemex como una compañía líder. (FIN/IPS/dc/ff/if/97