MEXICO: Indígenas ajenos a nuevo escenario político

Los indígenas de México y las organizaciones que los representan miran con cierta extrañeza como gobierno, políticos y parte de la población urbana celebran el resultado de las elecciones de día 6, las más transparentes y competidas de la historia del país.

"Para nosotros nada ha cambiado con las elecciones, el escenario de pobreza, violencia y militarización sigue igual", dijo a IPS Julio Atenco, miembro del Congreso Nacional Indígena, la organización más amplia y representativa del país.

En el sudeste de México, donde viven la mayoría de nativos, la abstención superó al 56 por ciento, hubo varios hechos de violencia y los triunfadores fueron, como casi siempre, los candidatos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En contraste, en el resto del país la participación electoral fue alta, el proceso se desarrolló con tranquilidad y el PRI sufrió la peor derrota en sus casi siete décadas de vida.

Una encuesta realizada la semana pasada por una empresa privada por encargo del Instituto Federal Electoral indica que 70,6 por ciento de la población de las zonas urbanas consideró que las elecciones del 6 de julio fueron "muy democráticas".

"Los partidos políticos no nos representan, ni siquiera los conocemos", señalaron en España los delegados de la guerrilla zapatista que asisten esta semana al II Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.

En las ciudades de México, políticos y analistas sostiene que el país ingresó el 6 de julio en una nueva era.

Mientras destacan hechos sin precedentes, como las felicitaciones del presidente Ernesto Zedillo a los candidatos ganadores de la oposición, en la zonas rurales continúan los hechos de violencia e intolerancia.

Informes provenientes del sureño estado de Chiapas indican que las últimas tres semanas se registraron al menos ocho asesinatos de indígenas simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de partidos de oposición.

Los crímenes son atribuidos a miembros del grupo paramilitar Paz y Justicia, que se afirma son parte del PRI.

Luis Hernández, investigador de temas indígenas y ex asesor de la guerrilla zapatista en el diálogo de paz con el gobierno, opina que los nativos fueron los "grandes ausentes en la fiesta del 6 de julio".

Entre las razones de esa ausencia señaló el incumplimiento del Estado de los compromisos de aprobar leyes que permitan la participación política independiente de los indígenas, la falta de debate entre los candidatos sobre el tema de las etnias y la ausencia de candidatos originarios de los pueblos nativos.

Mencionó además la militarización reinante en los estados sureños de Chiapas y Guerrero, los de mayor concentración de indígenas y zonas donde operan guerrillas, la presencia de grupos paramilitares, la intolerancia religiosa y los roces entre campesinos y familias relativamente ricas.

El Congreso Nacional Indígena, que antes de las elecciones acordó no apoyar a ningún candidato ni partido, afirma que los nativos se sienten ajenos a los resultados del último proceso electoral.

"En las comunidades indígenas no se cree en los políticos, pues su presencia no ha significado el fin de la violencia ni de la pobreza", señaló Atenco.

En México viven alrededor de 12 millones de indígenas. Como en otros países, ellos integran las franjas más pobres y discriminadas de la sociedad.

Repartidos en alrededor de 18.000 comunidades, la mitad de ellas con menos de 100 habitantes, los indígenas mexicanos sufren graves postergaciones. Según estudios oficiales, 59 por ciento está desempleado y más de 45 por ciento desnutrido.

El líder del EZLN, el subcomandante Marcos, denunció el día 23 que las comunidades indígenas "sufren una persecución y hostigamiento sólo comparable a la de hace siglos, y la población sigue padeciendo un modelo económico que no hace sino democratizar la pobreza y concentrar la riqueza".

El centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que en repetidas ocasiones respaldó las iniciativas políticas del EZLN, señala que desde la Cámara de Diputados, que se instalará en septiembre, reactivará varias iniciativas de ley a favor de los indígenas.

El PRD y el derechista Partido Acción Nacional arrebataron al PRI en las últimas elecciones la mayoría absoluta en la Cámara. Por primera vez en siete décadas, el gobierno deberá negociar con la oposición la aprobación de sus iniciativas.

"Lo lamentable es que la Cámara de Diputados más plural de la historia reciente de México no contará, casi, con representantes indígenas. No habrá democracia si se excluye de ella a una parte de la población", opinó Hernández. (FIN/IPS/dc/ag/ip/97

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