Los miembros hispanos del Congreso de Estados Unidos se opondrán al ingreso de Chile en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y a todo acuerdo comercial que no contemple cláusulas de protección del empleo y del ambiente en este país.
La resolución fue tomada por los 17 integrantes de la Asamblea de Legisladores Hispanos, que consideran a su comunidad la más afectada en Estados Unidos por la pérdida de empleos y los efectos ambientales negativos que se atribuyen al TLC.
La legisladores hispanos creen que su voto negativo bastará para bloquear en el Congreso el pedido del presidente Bill Clinton de poderes de "vía rápida" para negociar el ingreso de Chile en el TLC y la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Los congresistas hispanos exigen la explícita incorporación de cláusulas de protección de los trabajadores y del ambiente a todo tratado comercial futuro.
En su opinión, las dificultades para aliviar los efectos perjudiciales del TLC, un pacto del que también forman parte Canadá y México, se deben a que las medidas de protección fueron relegadas a acuerdos secundarios.
La decisión de la asamblea de congresistas hispanos coincidió con la primera Conferencia Internacional de Cámaras de Comercio Hispanas de Estados Unidos (USHCC), que representan a más de un millón de empresas estadounidenses y de Puerto Rico.
El secretario de Comercio, William Daley, aseguró ante la conferencia que el TLC produjo "grandes beneficios" a la minoría hispana de Estados Unidos.
Según Daley, esa comunidad, de 28 millones de personas, está en condiciones de desempeñar un decisivo papel en la ampliación del TLC y en la creación del ALCA, un proyecto de libre comercio desde Alaska hasta Tierra de Fuego.
Los empresarios hispanos, que emplean a 1,5 millones de personas y generan anualmente negocios por 200.000 millones de dólares, son "importantes aliados" del gobierno en materia de política económica y, especialmente, apoyan el esfuerzo de Washington por extender el libre comercio, agregó.
Daley afirmó que el TLC ha beneficiado a todos los estadounidenses y exhortó a la USHCC a fortalecer la campaña por el libre comercio.
"La comunidad hispana señalará el camino y nos ayudará a prosperar", auguró el secretario de Comercio.
También destacó la necesidad de conceder a Clinton los poderes de vía rápida, que impedirían al Congreso modificar los acuerdos de comercio a alcanzarse y sólo lo facultarían a aprobarlos o rechazarlos.
El secretario de Comercio y Desarrollo Industrial de México, Herminio Blanco Mendoza, secundó la exhortación de Daley. "Somos firmes partidarios del ALCA", dijo.
Blanco, que representó a México en la negociación del TLC, predijo que una zona de libre comercio hemisférica crearía "el mejor ambiente" económico para Estados Unidos "y para el pueblo mexicano".
Así mismo, el ministro de Economía de Chile, Alvaro Garcia Hurtado, señaló que la ampliación del libre comercio será "un eficaz remedio para la pobreza".
"Esta Cámara de Comercio será un importante actor en este proceso" de lucha por la vía rápida. "Estoy seguro de que la comunidad hispana respaldará este proyecto", expresó García.
Pero la resolución de la Asamblea de Legisladores Hispanos apunta en sentido contrario a las expectativas del ministro chileno.
El presidente de la asamblea, Xavier Becerra, confirmó que los congresistas hispanos votarán contra el pedido de Clinton de poderes de vía rápida si la administración no acomete los problemas causados por el TLC.
"La pérdida de empleos debida al TLC afecta especialmente a los latinos", debido a que éstos cumplen tareas de baja calificación en los sectores manufactureros más perjudicados por el pacto comercial con Canadá y México, observó el congresista Estaban Torres.
Torres, del gobernante Partido Demócrata, también afirmó que los hispanos han sufrido las peores consecuencias de "la contaminación de nuestra frontera", un hecho que "sigue casi sin alteración".
Los problemas observados se deben al fracaso de los acuerdos adicionales que firmaron los tres estados miembros del TLC para mitigar supuestamente el impacto negativo de su asociación comercial, según entienden los legisladores hispanos.
Pero Daley desestimó ante la USHCC la precupación relativa al impacto del libre comercio en los trabajadores estadounidenses. "La administración (de Clinton) está comprometida en la promoción de mecanismos para que los trabajadores conserven competitividad", dijo.
"Tenemos confianza en que el presidente obtendrá la autorización (de vía rápida) a fines de este año", concluyó Daley. (FIN/IPS/tra-en/pbz/mk/ff/if/97