A ocho meses de una nueva Cumbre de América, Estados Unidos vive una recaída proteccionista hacia América Latina que aleja los sueños de Bill Clinton de pasar a la historia como campeón del libre comercio hemisférico.
Chile, sede de la cumbre prevista para marzo de 1998, es el último de una lista de países latinoamericanos que enfrentan diversas restricciones y prohibiciones en sus vínculos comerciales con Estados Unidos.
Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia mantienen contenciosos comerciales con los estadounidenses y es muy probable que a Chile se agregue muy pronto Perú, cuyas exportaciones al país del norte son también objeto de potenciales amenazas.
Este conflictivo panorama resta viabilidad al Area de Libre Comercio de América (ALCA), propuesta por Clinton a sus pares de América Latina y el Caribe en la cumbre hemisférica celebrada en diciembre de 1994 en Miami.
La idea de iniciar el nuevo milenio con una paulatina eliminación de aranceles en todo el continente para construir el ALCA a la altura del 2010 debería ser relanzada en Chile, pero el clima para ello no parece ser por ahora el más propicio.
El ministro de Economía de Chile, Alvaro García, inició este martes gestiones en Washington para que las autoridades norteamericanas desestimen acciones judiciales y administrativas que afectan el ingreso de productos madereros y salmones.
Los empresarios chilenos demandan a su vez acciones conjuntas con el Mercado Común del Sur (Mercosur), al cual Chile está asociado desde el 1 de octubre de 1996, para anteponer un bloque único al proteccionismo estadounidense.
Las nuevas restricciones comerciales, surgidas cuando aún no se cicatrizan las heridas del caso de las "uvas envenenadas" de 1989, están creando también en los empresarios un ambiente hostil hacia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
Felipe Lamarca, un empresario adscrito al credo neoliberal, aparece ahora alineado con un cierto nacionalismo latinoamericano, en términos de unir a la región como requisito para negociar acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Lamarca, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, el gremio de los industriales chilenos, dijo que Washington "juega sucio" y "hace trampas" en materias comerciales, aplicando una lógica de país grande que atropella a los países pequeños.
El dirigente empresarial señaló que por estas razones se debe adoptar la propuesta del gobierno de Brasil de priorizar la integración latinoamericana para negociar de igual a igual la construcción del ALCA con Estados Unidos.
Las restricciones al ingreso a Estados Unidos de astillas y troncos chilenos, por razones fitosanitarias, y de salmones, en virtud de acusaciones de dumping (competencia desleal), generan desconfianza hacia Washington como socio en el TLC.
Clinton debería jugarse este año por la aprobación en el Congreso de la vía rápida (fast track) para negociar la adhesión de Chile al TLC, pendiente desde la Cumbre de Miami, lo cual le subiría los bonos para llegar a la cita de 1998 en Santiago.
En medios del gobierno de Eduardo Frei se plantea que si Chile fuera miembro del TLC, integrado también por Canadá y México, estaría a salvo de maniobras proteccionistas como las que hoy afectan a los productos madereros y a los salmones.
Pero los empresarios apuntan más bien a revertir esa hipótesis y plantean que Chile suspenda toda negociación en torno al TLC mientras Estados Unidos no solucione los actuales conflictos y no dé garantías de "juego limpio" en el libre comercio.
En América del Sur se multiplicaron en el último tiempo los problemas con Estados Unidos por medidas proteccionistas que pueden desembocar en litigios ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Argentina perdió parte de sus preferencias arancelarias en Estados Unidos como sanción por sus normas sobre patentes farmacéuticas, en tanto Brasil enfrenta impedimentos para el ingreso de textiles, jugo de naranja y otros productos agrícolas.
Colombia, que sufre las consecuencias de la descertificación en materia de combate al narcotráfico, fue además acusada de dumping por Washington en sus exportaciones de flores, que deben pagar el arancel máximo de 76 por ciento.
Ecuador tiene restricciones para el ingreso de sus exportaciones bananeras a Estados Unidos, en tanto Perú podría verse sometido en ese país a controles de calidad para sus productos pesqueros que redundarían en cierre de mercados.
Frei, como anfitrión de la próxima Cumbre de América, tendría que constituirse en portavoz del malestar latinoamericano ante los rebrotes de proteccionismo en Estados Unidos y hacer ver a Clinton la brecha entre sus propuestas y sus actos.
Según el matutino económico El Diario, Frei ya dio un paso en ese sentido en la cumbre del Mercosur, celebrada en junio en Asunción por los presidentes de los cuatro países fundadores del bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), Bolivia y Chile.
Allí, el mandatario chileno, que siempre se había cuidado de mantener las expectativas hacia el TLC, proclamó la integración con América Latina, y en particular con el Mercosur, como prioridad económica de su gobierno.
"Fuentes de la cancillería (chilena) reconocen que esa fue la primera señal de un vuelco en la postura de seguir las tendencias de Estados Unidos", escribió El Diario este lunes. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-if/97
