INDIA: Conservación del tigre amenaza a comunidades indígenas

Habitantes de grupos indígenas de bosques cerca de una reserva de tigres en este distrito del centro de India enfrentan la posibilidad de perder sus hogares, tradiciones y formas de vida.

Sus tierras y bosques son solicitados para la conservación del tigre. En los documentos, el gobierno absorbió 25 villas para expandir el área del Santuario Bori y el Parque Nacional Satpura, en Hoshangabad.

En el 2000, los grupos indígenas korku y gond que viven en las villas en las montañas del Satpura podrían verse obligados a dejar sus hogares en el bosque.

El gobierno prometió reubicar las villas. Pero los pueblos indígenas saben que no volvería a ser lo mismo. "¿Cómo pueden tomar decisiones que afectarán nuestras vidas sin siquiera consultarnos", preguntó Guliya Bai, de la villa Chakpura.

"El bosque es nuestra vida, nuestro corazón y nuestra alma. Si nos expulsan de aquí, será el fin para nosotros como pueblo", agregó.

Las comunidades indígenas dependen del bosque para obtener alimento y leña, y su red social está entretejida en él. El desplazamiento significa la pobreza en el mejor de los casos.

Activistas en campaña por una política de desarrollo más sensible afirman que son los pueblos indígenas los que una y otra vez pagan el precio más alto.

Miles de familias indias han tenido que trasladarse más de una vez para hacer lugar a esquemas de desarrollo en los últimos 30 años. Pocas reciben compensación adecuada, y la mayoría no recibe nada.

Según la organización de agricultores indígenas Kisan Adivasi Sanghatan, del distrito de Hoshangabad, los desplazados "no tienen tierras, están desempleados y reducidos a la penuria", ya que sus medios de subsistencia fueron retirados, y es muy posible que los indígenas de Saptura "corran el mismo destino".

A pesar de tener décadas de experiencia en desplazamiento, el gobierno carece de una política coherente de reasentamiento y rehabilitación. La política nacional elaborada por el Ministerio de Desarrollo Rural está llena de omisiones.

Según el ambientalista Smity Kothari, aunque la política es un paso adelante en relación a la apática tendencia oficial, sigue siendo "autoritaria, profundamente defectuosa y no está orientada a la gente".

Aunque el Parque Nacional Satpura y el Santuario Bori tienen el estatuto de "Prioridad Uno" en áreas del Proyecto Forestal Madhya Pradesh, el cual cuenta con 2.000 millones de dólares de ayuda del Banco Mundial, los pueblos indígenas marginalizados casi no obtienen beneficios.

Los críticos afirman que la premisa de todas las políticas de conservación ecológica, especialmente aquellas en las areas designadas parques nacionales, descansa en la idea errónea de que los residentes locales son responsables por el abuso de vida silvestre y recursos vegetales, y por lo tanto deben ser retirados del área para poder conservarlos.

Lo que se ignora es la relación simbiótica de los pueblos indígenas con el bosque, la cual da origen a un uso sostenible de la riqueza forestal, en lugar del principio de "extracción máxima" de los tiempos modernos que llevó a la extinción de los recursos naturales.

La interrelación con la sociedad no tribal y la introducción de la economía de mercado en los últimos años ha alterado la anterior armonía entre la naturaleza y los seres humanos.

Miles de acres de bosques naturales fueron talados en Satpura, y en su lugar se instalaron plantaciones con fines comerciales. Ahora, grandes cantidades de bambú son enviadas desde esos bosques a plantas procesadoras de pulpa y papel.

Las comunidades indígenas en este distrito afirman que los caminos abiertos por los llamados proyectos de desarrollo causaron inmensos daños al medio ambiente. Alrededor de 50.000 acres de densos bosques fueron sumergidos por la represa Tawa, causando fuertes disturbios en el hábitat del tigre.

Bosques protegidos bajo el "Proyecto Tigre", un esfuerzo conservacionista, están dando lugar a industrias del sector privado, una fábrica de cemento en Darlaghat, Himachal Pradesh, complejos hoteleros y una represa en la reserva de tigres de Melghat.

El tema es el control de los recursos y los medios de subsistencia, destacan miembros de la Cooperativa de Pesca Tawa Oustees, quienes tras una prolongada lucha lograron derechos de pesca en el reserva Tawa.

"Sectores marginados lograron el reconocimiento de sus derechos sobre sus recursos, y pueden demostrar una forma de vida ecológicamente autosustentable", agregan.

Incluso científicos del Centro de Educación Ambiental, en Bangalore, al sur de India, señalan la necesidad de análisis en profundidad del componente humano en la conservación.

Por ejemplo, la recolección de la producción no maderera del bosque por parte de los indígenas, en especial las mujeres, contribuye a la regeneración y juega un importante papel en el mantenimiento de la cadena alimenticia, en la cual el tigre se encuentra en la cima. (FIN/IPS/tra-en/lm/an/lp/pr-en/97

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