El ex presidente de Congo, Denis Sassou Nguesso, enfrentado desde hace casi dos meses a las fuerzas leales al presidente Pascal Lissouba, rechazó un acuerdo de paz propuesto por negociadores internacionales y así aplazó el fin del conflicto.
La propuesta fue elaborada en Libreville, Gabón, por mediadores encabezados por el presidente gabonés, Omar Bongo, asistido por su par de Senegal, Abdou Diouf, y Mohamed Shanoun, enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Unidad Africana.
Sassou Nguesso y Lissouba recibieron la propuesta el domingo de manos de sus representantes, participantes de una serie de negociaciones de paz celebradas en Libreville.
La iniciativa sugiere el establecimiento de un gobierno de unidad nacional y el despliegue de una fuerza internacional de paz en Brazzaville, donde comenzó la lucha entre los dos bandos el pasado 5 de junio.
Así mismo, recoge la propuesta realizada este mes por el Consejo Constitucional de Congo de que Lissouba, cuyo período de gobierno termina el 31 de agosto, ejerza la presidencia hasta que asuma el ganador de las elecciones aplazadas indefinidamente, en principio previstas para julio.
Fue justamente esta proposición, según la cual Lissouba encabezaría el proyectado gobierno de unidad nacional, que Sassou Nguesso rechazó, argumentando que la propuesta de los jueces que integran el Tribunal Constitucional no está basada en la Constitución.
"No corresponde a los jueces ampliar el mandato del presidente. La única solución es lograr el consenso", opinó Ambroise Noumazalaye, miembro de la delegación que representa al ex presidente en Libreville.
Noumazalaye afirma que deberá negociarse una eventual extensión del mandato de Lissouba hasta las elecciones, cuya fecha, según él, deberá ser acordada por todos los partidos del país centroafricano.
Sassou Nguesso, que encabezó un gobierno unipartidario de 1979 a 1993, y su Partido Congoleño del Trabajo (PCT), dejaron en claro sus exigencias.
"Queremos un período de transición basado en los siguientes principios: la renuncia del presidente, la designación por consenso de un primer ministro y la formación de un gobierno de unidad nacional que cree un clima de comprensión y buen gobierno", anunció Isidore Mvouba, portavoz del PCT.
La posición del PCT preocupa a los congoleños que quieren ver el fin del conflicto, iniciado cuando las fuerzas leales a Sassou Nguesso resistieron el intento de detención por parte de soldados de gobierno de dos de sus integrantes, vinculados a la violencia política y étnica sucedida en mayo.
"La situación es confusa. Pusimos nuestras esperanzas en las negociaciones de Libreville. Ahora que se rechazó el proyecto de acuerdo, tememos que se reanude la lucha en Brazzaville", expresó una habitante de la capital.
"En Brazzaville ya no hay agua ni electricidad ni alimentos. Los políticos deben apiadarse de los habitantes que permanecen en la ciudad. Sólo espero que lleguen a un acuerdo pronto para disminuir el sufrimiento de la gente", añadió.
Miles de habitantes de Brazzaville huyeron de la capital durante la lucha. Sin embargo, hace dos semanas que se respeta el cese del fuego.
El 16 de julio, las milicias de Sassou Nguesso y las fuerzas armadas de Congo anunciaron el cese del fuego en una ceremonia pública donde hubo champaña, canciones, abrazos y hasta un carnaval que se desplazó por las calles de la capital.
Aunque los enfrentamientos cesaron, la solución política parece esquiva. "Sólo si la situación política refleja la militar podremos afirmar que la paz volvió a Congo", afirmó Anicet Mbani, habitante de Pointe-Noire.
Nadie sabe qué rumbo tomará el conflicto cuando las delegaciones que representan a los dos líderes vuelvan a Libreville esta semana para continuar las negociaciones. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/aq-ml/ip/97