Bolivia y Brasil inauguraron el viernes semana la construcción de un gasoducto de 3.150 kilómetros, que transportará ocho millones de metros cúbicos diarios de gas natural para mover la gigantesca industria de Sao Paulo.
Las obras comenzaron el viernes en la ciudad boliviana de Puerto Suárez, en fronteriza con la brasilera Corumbá, ante los presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil.
Se trata del gasoducto más grande de América Latina y el tercero del mundo. Se convertirá en el eje de la integración energética del cono sur del continente, según sis impulsores.
El acto celebrado en Puerto Suárez marcó el inicio del más ambicioso proyecto binacional entre Bolivia y Brasil, tras más de cuatro décadas de negociaciones.
El gasoducto de 32 pulgadas de diámetro, que se construirá en 28 meses, tendrá una extensión de 557 kilómetros en el lado boliviano entre Río Grande y Puerto Suárez, y de 2.593 kilómetros en el lado brasileño, entre la fronteriza Corumbá y los estados de San Pablo, Río Grande del Sur y Santa Catarina.
El costo total de la tubería será de 1.800 millones de dólares, 460 millones en el lado boliviano y 1.340 millones en el brasileño. Aunque tendrá una capacidad de transporte de 30 millones de metros cúbicos de gas natural por día, en principio solo llevará ocho millones.
A partir del quinto año de operación, aumentará progresivamente el volumen hasta llegar a la máxima capacidad.
El gasoducto, de 3.150 kilómetros, el tercero más extenso del mundo, será el "cordón umbilical que unirá dos economías y atravesará siete estados y 120 municipios brasileños", dijo Cardoso en el acto.
"Este es un enlace efectivo entre Bolivia y Brasil. Ya somos socios en el Mercado Común del Sur (Mercosur), tenemos otros vínculos, pero esta es una ligazón umbilical fundamental que será de beneficio de nuestros pueblos y también intentará disminuir las desigualdades entre nuestras naciones", añadió.
El presidente de Brasil calificó el futuro gasoducto que se construirá entre Río Grande (Bolivia) y Sao Paulo como "la madre del progreso" del cono sur de América, a la que en un futuro próximo se integrarán la producción gasífera de Argentina y los campos de Camisea, en Perú.
Cardoso garantizó que en todas las obras que se realizarán para el tendido del ducto habrá una preocupación por el ambiente, y en su uso final el gas boliviano que se utilizará en la industria de Sao Paulo será una energía barata y no contaminante.
En tanto, Sánchez de Lozada afirmó que este proyecto de integración gasífera le dará a Bolivia la esperanza de mejores condiciones de vida para sus habitantes, y a Brasil la capacidad de ser más competitivo en el mundo globalizado de hoy.
El gasoducto y la futura exportación de gas permitirán a Bolivia un crecimiento adicional de su economía entre 0,5 y 1,5 por ciento anual, aseguró el mandatario. En los últimos años, Bolivia tuvo un crecimiento anual promedio de tres por ciento.
Sánchez de Lozada dijo que en una economía "tan pequeña como la boliviana, un solo proyecto va a tener un gran impacto, y va a compensar ampliamente el desbalance" en el intercambio con Brasil e incluso permitirá que el país cubra su déficit comercial hasta el año 2000.
El mandatario también resaltó la dimensión ambiental de este proyecto porque proveerá a varios estados brasileros abundante energía limpia para movilizar la industria.
"La exportación de gas natural a Brasil va a cambiar la economía boliviana, no va a haber más déficit comercial con ese país, y va a generar empleo y actividad económica", dijo Sánchez de Lozada, quien el 6 de agosto entregará el gobierno al ex dictador Hugo Banzer.
Cuando el presidente dice que este proyecto cambiará la economía boliviana se refiere al enorme impacto que tendrá la construcción del gasoducto con una participación del 0,54 por ciento en el producto interno bruto (PIB) en 1997.
En 1988, esa participación en el PIB crecerá a 1,21 por ciento, en tanto que desde 1999 la exportación de gas natural tendrá una contribución adicional de 1,41 por ciento, según un estudio de la gubernamental Unidad de Análisis de Políticas Económicas (UDAPE).
Sólo la construcción del gasoducto en el tramo boliviano generará 7.300 empleos en tres años, estiman autoridades del sector económico.
Según UDAPE, la venta de gas natural a Brasil generará a Bolivia un ingreso anual variable entre 100 y 500 millones de dólares, que representarán aproximadamente el 24 por ciento del total de exportaciones bolivianas para el año 2003.
La propiedad del gasoducto será compartido. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y su socia norteamericana Enron tendrán una participación de 85 por ciento en el lado boliviano y 20 por ciento en el brasileño.
En tanto, la brasileña Petrobras y su socia BTB -integrada por BHP-Tenneco y British Gas- tendrán una participación del 15 por ciento en el lado boliviano y 80 por ciento en el brasileño.
El ambicioso proyecto ha generado gran expectativa en Sao Paulo, el mayor centro industrial de América Latina y uno de los más grandes del mundo, y en los estados del sur de Brasil, según informes del gobierno de ese país.
"El mercado ya está listo. Las noticias que salen de Brasil dan cuenta de una demanda que no solamente proviene del sector industrial, sino también de las centrales eléctricas", comentó Paulo Roberto Amora, un diplomático brasileño acreditado en Bolivia.
La venta de gas natural a Brasil concretará el sueño boliviano de convertirse en uno de los prinicales ejes de la integración energética del cono sur de América. Bolivia vende gas natural a Argentina desde hace 24 años y lo hará a Brasil por más de 20 años.
Bolivia tiene 4,2 billones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural, 1,8 billones de pies cúbicos de reservas probables y 2,1 billones de reservas posibles, según UDAPE.
Al acto de Puerto Suárez asistieron como invitados especiales los ex presidentes de Brasil Itamar Franco y José Sarney, y los ex mandatarios bolivianos Jaime Paz Zamora y Hugo Banzer. Este último volverá a gobernar Bolivia desde este 6 de agosto.
"Iniciar una obra que tiene un contenido de integración fabuloso es un hecho histórico para América del Sur, porque se abren enormes oportunidades para Bolivia, pero también para el gas de Perú y Argentina", dijo a IPS Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomento CAF).
La CAF fue el primer organismo multilateral que concedió un crédito a la empresa Petrobras, de 215 millones de dólares, para el financiamiento parcial del gasoducto.
Los ejecutivos de las empresas privadas que tendrán a su cargo la construcción del gasoducto afirmaron en el acto que el tendido de la tubería estará concluido en un plazo de 18 meses.
Ese día comenzará la venta de ocho millones de metros cúbicos de gas natural por día, cantidad que crecerá progresivamente hasta llegar a la máxima capacidad de transporte del ducto, que es de 30 millones de metros cúbicos por día. (FIN/IPS/jcr/ag/if/97