acuerdo a las proyecciones del gobierno, se marcará un nuevo récord histórico en los flujos de capitales.
El ministro de Economía, Alvaro García, señaló que se espera para todo 1997 una inversión externa de más de 6.500 millones de dólares, superando así los 6.171,5 millones de dólares que ingresaron como capitales y créditos en 1996.
En el primer semestre de este año los flujos materializados de recursos externos llegaron a 3.595,9 millones de dólares, con un incremento de 32,7 por ciento en relación a los 2.710,3 millones de dólares de enero-junio de 1996.
El informe difundido este lunes por el Comité de Inversiones Extranjeras, que encabeza Eduardo Moyano, precisa que el monto de operaciones externas autorizadas en el semestre fue de 4.197,3 millones de dólares, 66,5 por ciento más que en 1996.
García afirmó, a la luz de la inversión materializada, que Chile se consolida como una de las plazas más atractivas para el capital foráneo en América Latina, en un año que en general se presenta propicio para toda la región.
Las cifras del gobierno chileno consignan normalmente montos de inversión superiores a los de organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Estos organismos internacionales consideran sólo la inversión extranjera directa para fines productivos y no las llamadas inversiones de cartera, que incluyen las transacciones de ADR (American Depositary Receipts) como instrumentos bursátiles.
Los ADR fueron precisamente la fuente de transferencia de capitales externos que experimentó uno de los mayores crecimientos en el primer semestre de este año, de 93,6 por ciento, en la comparación con igual período de 1996.
En 1990, año del restablecimiento de la democracia, Chile recibió inversiones externas por 1.460,6 millones de dólares, registrándose desde entonces una tendencia general al aumento de los flujos de capital, con las excepciones de 1991 y 1995.
El incremento más espectacular se produjo entre 1993 y 1994, desde 2.750,4 a 4.576,1 millones de dólares, para disminuir a 4.335 millones en 1995, como consecuencia del "efecto tequila", desatado por la recesión en México.
La inversión de 6.500 millones de dólares prevista para este año equivaldrá, de acuerdo al ministro García, a 8,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), que ascenderá en 1997 a unos 76.000 millones de dólares.
Esta relación es una de las más altas en América Latina y se atribuye tanto a la estabilidad política y económica del país como a los mecanismos de apertura a los capitales externos heredados de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
El decreto-ley 600 de la dictadura, que originó el retiro en 1975 de Chile del Pacto Andino, posibilitó en el primer semestre de este año inversiones externas por 2.070,3 millones de dólares, es decir casi 58 por ciento del total.
Las inversiones para proyectos mineros representaron el mayor atractivo por la vía del decreto 600, con 40,5 por ciento de los flujos, seguidas por el sector servicios (37,3) y por la industria manufacturera, que atrajo 14 por ciento de los capitales.
Las regiones primera y segunda, en el extremo norte del país, que cuentan con la mayor riqueza minera del país, recibieron en conjunto 35,5 por ciento de la inversión materializada en el primer semestre de este año por la vía del decreto 600.
La región Metropolitana (Santiago) es la que tuvo la mayor participación relativa, con 29,9 por ciento de las inversiones, que en este caso tienen como destino los servicios y proyectos energéticos.
La novena región, unos 700 kilómetros al sur de Santiago, que recibió sólo 0,01 por ciento de las inversiones, cuenta con el mayor porcentaje de población indígena mapuche y es la única en que aumentaron los índices de pobreza entre 1994 y 1996.
En términos de procedencia de la inversión, Estados Unidos y Canadá representaron respectivamente 22 y 18,5 por ciento de los flujos de capitales foráneos por medio del decreto 600 en el primer semestre de 1997.
Las inversiones estadounidenses en Chile desde 1974 ascienden a 9.029 millones de dólares, lo cual representa 40 por ciento del total ingresado por el decreto 600, y las de Canadá 3.533 millones, con 16 por ciento. (FIN/IPS/ggr/jc/if/97