Nigeria es el país de mayor corrupción aparente, según un informe publicado hoy por una organización internacional que también citó especialmente los casos de Bolivia, Colombia, Rusia, Pakistán, México, Indonesia e India
La organización Transparencia Internacional, de Berlín, preparó una lista de 52 países según el Indice de Percepción de la Corrupción (CPI) que corresponde a cada uno.
Costa Rica y Chile, por ese orden, serían los países latinoamericanos de menor corrupción, según el informe divulgado.
El CPI también puede ser utilizado como medida de la pérdida de oportunidades de desarrollo debida a la corrupción, señaló Peter Eigen, presidente de Transparencia Internacional, que anualmente divulga su informe.
"Cada día que pasa sin mejoramiento en el CPI aumenta la pobreza y retroceden la educación y la salud" en los países de alta corrupción, advirtió Eigen, ex funcionario del Banco Mundial.
El CPI es elaborado según la percepción que "empresarios, analistas políticos y el público internacional" tienen de los niveles de corrupción en los diferentes países, explicó Eigen.
Transparencia Internacional, fundada en 1993 y con representantes en la actualidad en 65 países, reserva la máxima puntuación a los países de menor corrupción comprobada, con un tope de 10.
Dinamarca, Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Canadá y Holanda integran el grupo de naciones de mayor transparencia. Logran un CPI entre nueve y 10 puntos.
Mientras, Noruega, Australia, Singapur, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Alemania y Gran Bretaña registrán un índice entre 8,22 y 8,92.
A continuación figuran Israel (7,97), Estados Unidos (7,61), Hong Kong (7,28), Portugal (6,97), Francia (6,57), Costa Rica (6,45) y Chile (6,05).
España, Grecia, Bélgica, República Checa, Hungría, Polonia, Italia, Taiwan y Malasia obtienen más de cinco puntos, y Sudáfrica, Corea del Sur y Uruguay más de cuatro.
Los siguen Brasil (3,56), Rumania (3,44), Turquía (3,21), Tailandia (3,06), Filipinas (3,05), China (2,88), Argentina (2,81), Vietnam (2,79) y Venezuela (2,77).
El principio rector del CPI señala mayor corrupción en los tramos bajos de la escala, pero Eigen advirtió que el sitio ocupado en la lista no es indicador adecuado en todos los casos. Tampoco lo son los cambios registrados de uno a otro año.
En efecto, Israel cayó del décimo cuarto al décimo quinto lugar de 1996 a 1997, aunque mejoró su índice, y por tanto, redujo su corrupción.
Así mismo, Malasia retrocedió en 1997 del lugar 26 al 32, pero en 1997 mantuvo prácticamente el índice que mostraba en 1996.
"Para saber cómo los empresarios perciben la corrupción en cada país, los analistas deben concentrarse en la puntuación" correspondiente, dijo Eigen.
El CPI, desarrollado por Johann Graf Lambsdorff, un economista de la universidad alemana de Goettingen, ha tenido impacto saludable en muchos países y es crecientemente aprobado por la opinión pública, según asegura Transparencia Internacional.
La lista publicada este jueves sólo comprende 52 de los 65 países que cuentan con capítulos de Transparencia Internacional. Los datos relativos a los restantes 13 eran insuficientes para la elaboración del CPI, explicó la organización
Gran parte de la corrupción en esferas de gobierno "es producto de las corporaciones multinacionales con casa matriz en naciones del Norte industrial, que utilizan el soborno para lograr contratos en el Sur en desarrollo y en los países en transición", advirtió Eigen.
Transparencia Internacional se propone publicar un informe sobre "corrupción activa" en las principales naciones exportadoras, para corregir la generalizada opinión que localiza la corrupción especialmente en los países en desarrollo.
Pero el proyectado Indice de Corrupción Activa no estará listo en el futuro próximo, debido a falta de financiación y de información fiable para realizarlo.
Eigen señaló a Malasia como un caso a emular. El gobierno malasio consideró inicialmente el CPI "otro ejemplo del imperialismo cultural" de Occidente, pero luego lo estudió con interés.
La Agencia contra la Corrupción de Malasia envió una delegación a la sede de Transparencia Internacional, en Berlín, para interiorizarse de la metodología utilizada en el desarrollo del indicador.
Posteriormente, el gobierno de Malasia lanzó una campaña contra la corrupción, que tuvo el CPI de referencia permanente. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/ff/ip/97