Sólo una explotación económica más racional puede alejar la amenaza que representa la industria maderera para el Amazonia y promover el desarrollo sostenible en la región, concluyeron especialistas en un coloquio celebrado hasta hoy en Brasil.
Más de medio centener de expertos -de universidades, de organismos no gubernamentales, internacionales y del gobierno brasileño- participaron durante tres días en un taller sobre Políticas Forestales y Desarrollo Sostenible en la Amazonia organizado en Rio de Janeiro.
La Amazonia brasileña, que posee un tercio de los bosques tropicales del mundo, sufrirá una creciente presión de la demanda internacional por madera, ante la reducción de la oferta de Asia, que de mayor provedora pasará a ser un gran mercado importador.
El "cambio de paradigma cultural en relación a los bosques", marcado por la valoración de servicios de esparcimiento y preservación de las forestas en países desarrollados, también transfiere al Sur tropical la base productiva de maderas, señaló el seminario en sus conclusiones.
Hasta ahora, sólo 20 por ciento del comercio internacional de maderas se hace del Sur al Norte y 80 por ciento entre países del Norte, dijo a IPS Jag Maini, coordinador del Panel Intergubernamental para Bosques.
El intercambio Sur-Sur es insignificante, pero tiende a crecer con la futura demanda china, observó.
Una estrategia factible para el aprovechamiento ambientalmente sano de los bosques amazónicos requiere, según los participantes, un proyecto para uso del potencial maderero, condicionándolo a criterios de sustentabilidad.
Pero las dificultades de controlar un área extensa y salvaje aconsejan medidas pragmáticas, con sentido de prioridad. Por eso los expertos recomendaron énfasis en dos acciones.
La primera, general, consiste en definir las áreas de protección forestal y las destinadas a la producción. La infraestructura constituye el "principal instrumento" de inducción, evitando, por ejemplo, implantarla cerca de los bosques protegidos.
En las áreas de producción, lo importante es no dispersar esfuerzos en muchas acciones, concentrándolos en asegurar la regeneración, con prácticas como hacer coincidir la tala con la época de producción de semillas.
Agregar valor a las maderas amazónicas localmente y valorizar los productos en general son otros puntos destacados como factor de sustentabilidad en las actividades forestales.
La vía de protección de los bosques amazónicos pasa por superar la "ineficiencia económica de actividades destructivas", la informalidad que aún domina la extracción maderera local, sintetizó Antonio Carlos do Prado, director de Estudios sobre Desarrollo Sostenible del Ministerio del Medio Ambiente. (FIN/IPS/mo/dg/en/97