La Cámara de Diputados de Venezuela aprobó una reforma a la ley electoral que reserva a mujeres 30 por ciento de puestos en las listas que se sometan a sufragio popular para cuerpos deliberantes.
El nuevo texto pasará ahora al Senado y, tras su discusión y sanción, guiará la organización, para diciembre de 1998, de elecciones para presidente, 22 gobernadores regionales y 330 alcaldes, parlamento nacional, legislaturas de los estados, concejos municipales y juntas parroquiales.
Venezuela se suma así a países como Argentina y Brasil, donde ya se practica la inclusión obligatoria de un porcentaje de mujeres en las listas de aspirantes a cuerpos deliberantes. Actualmente, sólo seis por ciento de los 257 parlamentarios nacionales (207 diputados y 50 senadores) son mujeres.
El debate en la Cámara de Diputados produjo un fraccionamiento de los partidos representados y varios parlamentarios se apartaron de la línea decidida por sus bancadas.
Posiblemente en el Senado se repitan esos fraccionamientos, amén de que se trata de una reforma general de la Ley, con polémicas nuevas disposiciones sobre otras materias.
La proponente de la "cuota" de 30 por ciento fue la diputada Ixora Rojas, del partido Acción Democrática (socialdemócrata), pero se opuso su correligionaria Liliana Hernández, con inusitado apoyo del radical de izquierda Carlos Melo.
Hernández y Melo dijeron que la cuota era insincera y limitante de la participación de la mujer, que es la mitad de la población venezolana y 37 por ciento de su fuerza de trabajo.
Melo llegó a proponer 50 por ciento, señalando que en el caso del parlamento nacional y los regionales, sólo la mitad de los diputados se elige por listas -el resto uninominalmente- y en la práctica "la cifra de 30 sólo apunta a la elección de 15 por ciento de mujeres".
Además, la ley no establece en cuáles posiciones dentro de las listas deben figurar las mujeres, según destacaron varios diputados, pero adoptaron el texto propuesto luego que el consultor jurídico de la Cámara, Carlos Leáñez, opinó que la discriminación dentro de las listas sería inconstitucional.
Aunque algunos diputados se ausentaron durante la votación y otros sufragaron contra la propuesta de Rojas -finalmente aprobada por mayoría- la única bancada que como grupo decidió salvar su voto fue Convergencia, el pequeño partido que con ex socialcristianos organizó en 1993 el presidente Rafael Caldera. (FIN/IPS/jm/ag/pr-ip/97
