Funcionarios del gobierno del derrocado presidente de Sierra Leona Ahmed Tejan Kabbah advirtieron hoy a la ONU que podrían ser blanco de represalias si otros países intervinieran para revertir el golpe de Estado del pasado mes.
La junta militar encabezada por el coronel Johnny Paul Koromah atacará a los defensores del depuesto presidente en caso de que Nigeria y otros países de la región intenten revertir el golpe por la fuerza, previno al Consejo de Seguridad James Jonah, embajador de Sierra Leona ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La familia de Jonah también está en peligro, según el embajador, antiguo funcionario del foro mundial.
"Algunos militares fueron a las casas de mis familiares para advertirles que, a menos que yo condene cualquier intervención de Nigeria, serán asesinados", afirmó Jonah, y agregó que al menos tres de sus hermanos fueron amenazados el fin de semana.
Mediadores de la Comunidad Económica de Países de Africa Occidental (ECOWAS), encabezados por enviados del gobierno de Ghana, viajaron en los últimos días a varias capitales de la región para mediar entre la junta y sus opositores.
Sin embargo, aunque Jonah afirmó que Kabbah está dispuesto a dar tiempo a que funcione el esfuerzo de mediación, ECOWAS y especialmente Nigeria, el país dominante en la región, consideran la posibilidad de una intervención armada.
La Organización de Unidad Africana condenó el golpe en su reunión de la semana pasada.
"En interés de Sierra Leona y de Africa en su conjunto, debe hacerse todo lo posible para restaurar la legalidad constitucional en ese país", declaró el general Salim Lone, secretario de la organización.
Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, recomendó a todos los mandatarios de Africa que aíslen a cualquier gobierno que llegue al poder mediante la fuerza.
No obstante, hasta ahora todos los esfuerzos por revertir el golpe del 25 de mayo fueron infructíferos. Un intento del ejército de Nigeria de bombardear la sede militar de Koromah hizo que la junta tomara represalias capturando fuerzas nigerianas estacionadas en un hotel de la capital, Freetown.
Desde entonces, ambas partes intentaron resolver la crisis por medios pacíficos. Jonah prometió que el gobierno de Kabbah considerará todos los problemas que dieron origen al golpe militar, incluyendo la baja remuneración de los soldados y el repliegue de una fuerza independiente, los kamajores.
Pero la promesa no resulta suficiente para aplacar al rebelde Frente Revolucionario Unido (FRU), que se ha unido al Ejército Popular creado por Koromah.
El FRU, que inició negociaciones de paz con el gobierno de Kabbah el año pasado, envió cientos de combatientes a Freetown en los últimos días para apoyar a la junta, aunque el líder rebelde Foday Sankoh permanece bajo arresto domiciliario en Nigeria.
Fue la oposición del FRU lo que impidió el reciente acuerdo ofrecido por el gobierno de Kabbah para resolver los problemas de los oficiales leales a Koromah, dijo el enviado ante la ONU.
"Me informaron que el FRU se opuso al acuerdo, que tiene una propuesta diferente. Quieren gobernar a Sierra Leona de cualquier forma", declaró Jonah a IPS.
Sin embargo, hasta el momento la ONU no se involucró directamente en el conflicto, prefiriendo que las naciones africanas tomaran la iniciativa.
Aunque el foro mundial ayudó en la observación de las elecciones de 1996, en las que venció Kabbah, ex funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las principales naciones del Consejo de Seguridad temen involucrarse en otro conflicto africano.
El Consejo no ha previsto el envío de una fuerza de paz al país. Jonah opinó que la participación del órgano de la ONU en el debate de Sierra Leona sólo demoraría la resolución de la crisis.
Por lo tanto, Africa tiene el camino libre para resolver la crisis por su cuenta.
Tokyo Sexwale, primer ministro de la provincia sudafricana de Gauteng, anunció la semana pasada que su país, tras la experiencia de mediación que tuvo en la crisis de la República Democrática del Congo (ex Zaire), estaría dispuesto a participar en la resolución del conflicto de Sierra Leona.
"Hay una nueva actitud hacia los golpes de Estado y los gobiernos ilegales. Los golpes del futuro tendrán mayores dificultades; no serán reconocidos", predijo el presidente Robert Mugabe, de Zimbabwe.
Funcionarios de la ONU temen que se agrave la crisis en Sierra Leona, ya que tanto el FRU como el ejército de Nigeria están concentrando sus fuerzas en torno a Freetown.
Algunas fuentes comparan la situación con la de Liberia, donde Nigeria tuvo un importante papel en la fuerza de paz que ECOWAS envió a ese país, conocida como ECOMOG.
La guerra civil de Liberia, que comenzó en 1989 y provocó el exilio de la mitad de la población del país, no se detuvo con el arribo de la ECOMOG, a la que las fuerzas rebeldes consideraban como otra de las facciones en conflicto.
Los planes para celebrar elecciones multipartidarias y desarmar a los combatientes se aplazaron en reiteradas ocasiones, y el conflicto se convirtió en un problema militar para Nigeria.
Jonah confía en que una intervención en Sierra Leona sería más breve y exitosa. "En Liberia no había gobierno, mientras que en Sierra Leona hay un gobierno constitucional. Además, no tenemos guerras tribales en el país", destacó. (FIN/IPS/tra-en/fah/ml-aq/ip/97