Las organizaciones de mujeres en Argentina ya han realizado 12 reuniones anuales para debatir asuntos de género, pero la que comenzó hoy es la primera que se celebra en una provincia que las rechazó, les quitó respaldo y pretendió imponerles una agenda insólita.
El XII Encuentro Nacional de Mujeres fue inaugurado el sábado en la tradicionalista provincia de San Juan, en el centrooeste de Argentina, hacia donde se trasladaron más de 8.000 mujeres procedentes de distintos puntos del país y de los más diversos sectores sociales, políticos y religiosos.
A último momento, algunos lugares públicos donde iba a desarrollarse la reunión fueron negados y muchos pobladores que habían ofrecido sus casas para alojar a visitantes de escasos recursos económicos decidieron dejar a las huéspedes en la calle.
La apertura estuvo precedida por un coincidente rechazo del gobierno, el Congreso provincial, la cúpula eclesiástica, las universidades y las organizaciones de mujeres católicas que previnieron al público sobre el riesgo de que la provincia sea copada por "lesbianas, travestis y aborteras".
"Es la primera vez que nos encontramos con esta hostilidad", confesó a IPS Safina Newbery, ex religiosa, teóloga y dirigente feminista. Newbery dijo que solo uno de los 31 talleres se refiere al lesbianismo y consideró que la ofensiva es un intento de desvirtuar el contenido de los talleres.
Como en casi todas las reuniones anteriores, la de este año consiste en una serie de talleres en los que se debate sobre asuntos de género, mujeres y medios de comunicación, mujer y educación, mujer y salud, mujer y trabajo, salud reproductiva, aborto, sexualidad, lesbianismo y prostitución, entre otros.
Cada mujer, muchas procedentes de sectores populares, elige en qué taller participará. Las organizadores propusieron incluso a la asociación Pro Mujer de San Juan, hostil a la reunión, que participe de los talleres sobre aborto o sobre salud reproductiva para expresar su oposición a la libertad de elección.
Pero el grupo se opuso y prefirió realizar una reunión paralela. Esa circunstancia provocó este sábado confusión en muchas mujeres que llegaban a la provincia y no sabían dónde funcionaba la reunión que se realiza todos los años desde 1985.
Pro Mujer fue la fuerza de choque del obispo católico Italo Di Stéfano, quien unos días antes llamó a las mujeres a defender su lugar en la familia tradicional. Las mujeres de ese grupo marcharon hacia el Congreso y reclamaron a los legisladores que le retiren apoyo a la reunión.
Una veintena de organizaciones de mujeres y dirigentes políticas de todos los partidos nacionales manifestaron su rechazo a lo que consideraron una "cruzada moralizadora" en la provincia y destacaron el carácter tradicionalmente pluralista del encuentro de mujeres.
Pero hubo más. Los legisladores se pronunciaron contra "las prácticas homosexuales, la autosatisfacción sexual y toda otra forma que materialice el acto sexual como acto de puro placer o de comercio".
Por mayoría, los diputados votaron una declaración de 10 puntos en la que recomiendan a las mujeres no impulsar programas de procreación responsable, ni ley para despenalizar el aborto ni el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
Los legisladores fueron aplaudidos por las mujeres de organizaciones católicas en la sesión.
Mientras tanto, la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan, una institución laica, decidió negarse a prestar el sitio que haba ofrecido en principio para el taller de género.
Al final, las organizaciones consiguieron un espacio en la Facultad de Ingeniería, donde muchas se hospedaran en sacos de dormir.
El gobierno provincial, que había expresado su rechazo a la reunión a través de una declaración del Consejo del Menor y la Familia, decidió también a último momento negar el permiso para que las asistentes utilicen un lugar público para celebrar una fiesta con música popular el sábado.
Las mujeres habían arrendado el sitio, por el que pagaron 130 dólares, pero la Dirección de Cultura del gobierno de San Juan les advirtió que habían decidido cederlo a una feria. (FIN/IPS/mv/mj/pr/97
