La muerte de tres palestinos que vendieron tierras a judíos y cuyos cuerpos fueron encontrados en Cisjordania tensionó aún más las relaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Este lunes el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que la participación de la ANP en las muertes puso un signo de interrogación sobre las negociaciones.
Israel dice tener pruebas de alto nivel de que fuerzas de seguridad palestinas están involucradas en los asesinatos. "Hay evidencias sólidas de que una de las ramas de la inteligencia palestina es responsable de dos de los casos", dijo Linda Menachin, portavoz de la policía israelí, aunque no especificó la rama.
"Considero los asesinatos de vendedores de tierras como un golpe directo al proceso de paz y al espíritu de paz entre ambas partes", dijo el primer ministro a la radio de las fuerzas armadas israelíes.
Las muertes tuvieron lugar después que la ANP anunciara el mes pasado que la venta de tierras a judíos sería castigada con la muerte.
La ANP negó su participación en los asesinatos, mientras su ministro de Justicia, Freih Abu Middein, dijo que la opinión pública palestina está satisfecha con la política de evitar la venta de tierras a Israel "porque es una cuestión muy peligrosa, en especial en Jerusalén".
Abu Middein dijo que la ANP planifica juzgar a los vendedores ante la corte, donde un juez decidirá una sentencia de prisión, la confiscación de la tierra o la pena de muerte, y anunció que los palestinos en Jerusalén que tengan ciudadanía israelí también serán juzgados.
Los palestinos afirman que consideran las compras de tierras por parte de judíos, en especial en la disputada Jerusalén, como un intento de crear "hechos en el terreno" para presionar sobre las negociaciones finales sobre la ciudad.
Durante casi 20 años, el Ateret Cohanim, movimiento religioso judío dedicado a la compra de propiedades en la Ciudad Vieja de Jerusalén, fue cliente de varios agentes inmobiliarios palestinos.
En la actualidad, el próspero grupo está integrado por 60 familias en 40 edificios ubicados en los barrios musulmanes y cristianos, conocidos por las banderas israelíes blancas y azules que muchos izan desde sus ventanas.
Fuera de los antiguos muros de la ciudad, otro grupo, llamado "A la ciudad de David" en hebreo, conocido como El Ad, adquiere propiedades en el poblado palestino de Silwan. Hasta el momento, el grupo consiguió trasladar a 15 familias al poblado del este de Jerusalén y espera traer 20 más en septiembre.
El objetivo de los grupos, según sus voceros, es llevar judíos a las zonas densamente pobladas por palestinos para asegurar la soberanía israelí. Los grupos están dispuestos a pagar millones de dólares para conseguir su objetivo. "Cuando se desea algo intensamente, se está dispuesto a pagar por ello", explicó Tehilla Rapps, de Ateret Cohanim.
Las transacciones clandestinas con los agentes palestinos siempre han sido "delicadas", dijo Rapps, cuyo grupo "toma todas las medidas para garantizar la seguridad", de los vendedores. Pero a medida que la batalla por Jerusalén se intensifica, anticipándose a las negociaciones finales por la ciudad, el negocio se vuelve cada vez más peligroso. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/aq-lp/ip/97