Las diferencias políticas siguen siendo un obstáculo para la negociación de un pacto comercial entre México y la Unión Europea (UE).
Una nueva reunión preliminar entre delegaciones de ambas partes concluyó la madrugada del miércoles 11 en Bruselas, sede de los organismos centrales de la Unión Europea, con la definición de los textos de tres documentos.
Según Mauricio Espejel, especialista en relaciones internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México, "los europeos siguen insistiendo en introducir una cláusula que garantice los procesos de democratización en curso".
México, explicó, considera que esa cláusula "afectaría los principios de soberanía, no intervención y autodeterminación que rigen su política exterior desde hace al menos 70 años".
En reiteradas ocasiones, el ex canciller y presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado, Fernando Solana, así como otras autoridades mexicanas, objetaron la pretensión de países del primer mundo de arrogarse facultades de supervisión.
"Son las sociedades de cada país las que establecen las características del tipo de democracia que mejor les conviene de acuerdo con sus condiciones particulares, su historia y sus tradiciones políticas, entre otros factores", declaró Solana.
En ellos se establecen un marco jurídico, las normas que regirán el diálogo político y las reglas relativas a la cooperación recíproca en diversos campos.
La cancillería mexicana informó que el primer texto es un acuerdo global que define entendimientos en materia política y de cooperación a la vez que describe el contenido y la mecánica de las negociaciones sobre liberalización comercial y de servicios.
El segundo es un acuerdo interino para formar un comité con representantes de los 15 países de la UE, de la Comisión Europea y de México, encargado de fijar los tiempos, las modalidades y, en su momento, de negociar la liberalización comercial.
El texto restante tiene que ver con los servicios y estipula la forma en que se negociará la liberalización en ese sector.
El informe oficial mexicano dice que "se espera que los tres documentos sean rubricados en los próximos días y, después de ciertos trámites, sean suscritos por las partes, lo cual podría suceder entre julio y agosto próximos".
A partir de ese momento, y previa conformidad del Parlamento Europeo, el acuerdo global iniciaría un proceso de ratificación por parte de los parlamentos de México y de los 15 países miembros de la UE.
Una vez firmados, entrarían en vigor el acuerdo interino y la declaración sobre servicios, para realizar de inmediato los preparativos que conduzcan al inicio de negociaciones comerciales, lo que se calcula podría suceder en el primer trimestre de 1998.
Según la cancilleríam con ese convenio se asegura "el logro de una negociación integral que incorpore al mismo tiempo elementos políticos, de cooperación y comerciales y un sólido marco jurídico que dé certidumbre y claridad a las negociaciones".
En 1996 el intercambio comercial entre ambas partes ascendió a 11.275 millones de dólares, de los que 7.740 fueron compras mexicanas y 3.535 importaciones de la UE.
La cifra global del comercio recíproco fue inferior a los 11.864 millones de dólares registrados en 1994.
En 1996, México destinó 3,7 por ciento de sus exportaciones a la Unión Europea, de la que recibió 8,7 por ciento de sus importaciones totales.
El déficit mexicano en ese lapso ascendió a 4.205,4 millones de dólares, lo que significa un incremento de 24,5 por ciento respecto de 1995.
México mantiene casi 80 por ciento de su comercio exterior, que asciende a una cifra global de más de 185.000 millones de dólares, con Estados Unidos, que es su socio, junto con Canadá, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
El TLC se puso en marcha el primer día de 1994, abarca a 375 millones de habitantes y tiene un producto anual de siete billones de dólares.
La proporción del intercambio con la Unión de Europea dentro del comercio exterior total de México bajó de 11 por ciento en 1990 a seis por ciento en 1996.
El año pasado el intercambio mexicano con Japón representó tres por ciento del total, con Canadá llegó a dos por ciento y con el resto de los países no pertenecientes al TLC ni a la Unión Europea fue de 13 por ciento. (FIN/IPS/emv/dg/if/97