La oposición derechista de Chile condicionó la aprobación parlamentaria de un tratado de libre comercio con Canadá a una rebaja inmediata de 11 a ocho por ciento del arancel único para las importaciones.
Los partidos Renovación Nacional (PRN) y Unión Demócrata Independiente (UDI), que tienen mayoría en la cámara alta en alianza con ocho senadores designados, demandaron un "compromiso serio" del gobierno al respecto.
El senador Sebastián Piñera, del PRN, dijo este miércoles que la oposición está dispuesta a aprobar el tratado con Canadá, así como la mantención del impuesto al valo agregado (IVA) en 18 por ciento, si el gobierno cumple su compromiso arancelario.
El 9 de septiembre de 1996 el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, garantizó ante el Senado la baja del arancel único en el primer semestre de este año para lograr la aprobación del tratado de asociación de Chile con el Mercado Común del Sur (Mercosur).
El acuerdo con el bloque que conforman Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay entró en vigencia el 1 de octubre, y en noviembre el presidente Eduardo Frei firmó en Ottawa con el primer ministro Jean Chrétien el tratado con Canadá, pendiente de aprobación legislativa.
Aninat dijo este martes que la prometida rebaja del arancel único tendrá lugar en el segundo semestre de este año, lo cual provocó la reacción de la derecha opositora, que exige la materialización de la medida en el curso de este mes.
Piñera puntualizó que para esos efectos no basta una oferta verbal de Aninat sino un compromiso formal de Frei a través del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Juan Villarzú, encargado de las relaciones con el Poder Legislativo.
El tema de los aranceles está vinculado, desde el punto de vista de las relaciones gobierno-oposición, con un acuerdo político para reponer en este año la tasa de 15 por ciento para el IVA, aumentada a 18 por ciento en 1991.
Ese mismo año, el gobierno del presidente Patricio Aylwin (1990- 94), disminuyó el arancel único a las importaciones de 15 a 11 por ciento, dando continuidad a la política de apertura comercial iniciada por la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
Frei planteó en mayo de 1996 una ambiciosa reforma educacional, con jornada completa en todos los colegios públicos, cuyo financiamiento depende de que el Congreso acepte mantener la tasa de 18 por ciento del IVA.
La mayoría de la derecha en el Senado obliga al Ejecutivo a permanentes negociaciones, sobre todo en materia comercial y económica, como ocurrió en septiembre último en el trámite del tratado de asociación con el Mercosur.
La rebaja del arancel aduanero fue reclamada por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), representativa del sector rural tradicional, como compensación por los perjuicios que según sus dirigentes le significaría el acuerdo con el Mercosur.
El gobierno de Frei enfrenta una compleja situación, ya que el Mercosur podría plantear la revisión de algunos aspectos del tratado de libre comercio si considera que Chile da ventajas indebidas a terceros con la baja de aranceles.
La oposición derechista y la mayoría de los gremios empresariales plantean a su vez que la apertura unilateral, mediante la baja arancelaria, es la major garantía del libre comercio y de conservación de las llamadas ventajas comparativas.
Se estima que el arancel promedio real que aplica Chile a las importaciones es hoy de nueve por ciento, considerando las tasas preferenciales para productos establecidas en acuerdos de libre comercio con México, Venezuela, Ecuador y el Mercosur.
Las mismas estimaciones indican que de concretarse el establecimiento del arancel único oficial de ocho por ciento, el promedio real quedaría en seis por ciento.
La SNA, así como la Cámara de Comercio, apoyan con estusiasmo la rebaja arancelaria, aunque se oponen a mantener el IVA, en tanto la Asociación de Exportadores de Manufactura rechaza el menor arancel.
Frei y sus ministros deberán realizar difíciles negociaciones en los próximos días, considerando también que el tratado de libre comercio con Canadá es una de las operaciones estratégicas más importantes para el gobierno.
El jefe de Estado optó por negociar bilateralmente con Ottawa, luego de que el presidente de Estados Unidos Bill Clinton fracasara en octubre de 1995 en conseguir la aprobación de la "vía rápida" para el ingreso de Chile al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Un tratado comercial con Canadá plenamente vigente es visto como una buena carta para que Clinton insista este año ante el Congreso estadounidense con el pedido de la "vía rápida". (FIN/IPS/ggr/dg/ip-if/97
