EEUU: Jesse Jackson, posible sucesor de Martin Luther King

Partidarios de Jesse Jackson, ex aspirante a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, aspiran a que el conocido activista negro pueda ocupar el lugar de Martin Luther King, el célebre defensor de los derechos civiles.

Jackson es quien figura con más posibilidades de convertirse en el cuarto presidente de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC), la organización de defensa de los derechos civiles de los negros que el reverendo King encabezó hasta su asesinato en 1968, sostienen.

"No puedo pensar en otra persona mejor y más capacitada para liderar la organización que el pastor Jackson", escribió Tyrone Brooks, del estado de Georgia, en una carta que envió al comité que eligirá a los candidatos para la presidencia de la SCLC.

El propio Brooks era una de las figuras consideradas para el puesto.

"Jesse es producto del movimiento de derechos civiles, y su capacitación y orientación en la vida proviene de la SCLC. No tengo dudas en que continuará con el activismo del movimiento y trabajará para mantener este sueño con vida", observó Brooks.

Brooks declaró a IPS que esa opción revitalizaría a la SCLC, cuya visibilidad disminuyó desde la época del reverendo King, pues representaría una fusión el grupo civil eclesiástico con la izquierdista y multiétnica Coalición Nacional del Arcoiris, de Jackson.

Los dirigentes de la Coalición del Arcoiris, que apoyaron la campaña de Jackson en 1984 y 1988 para convertirse en el primer candidato presidencial negro del Partido Demócrata, también son optimistas ante la posibilidad de que su líder pueda ocupar el lugar de King y dirigir la organización.

"Creo que Jesse Jackson sería la persona ideal para encabezar" la consolidación de la comunidad de derechos civiles, dijo Joe Beasley, director de las actividades de la Coalición del Arcoiris en el sur del país.

Jackson, una de las primeras personas que corrió a asistir en persona a King cuando el líder de la SCLC fue herido de muerte el 4 de abril de 1968, no sólo comparte el legado del movimiento de derechos civiles. Posee, además, fuerza organizativa y visibilidad propias, sostuvo Beasley.

Pero existen dudas en cuanto a si, en definitiva, Jackson ocupará el cargo asociado a King, debido a sus diferencias con los dirigentes más antiguos y conservadores de la SCLC.

El comité encargado de buscar un sucesor para el actual presidente, pastor Joseph Lowery, aún no se ha puesto en contactado con Jackson, a pesar de que el trámite comenzó hace casi un año.

El comité prefiere a personas que ya pertenezcan a la organización, así como a los hijos de King y al segundo presidente de la SCLC, Ralph Abernathy, según fuentes de la Conferencia.

Desde que Jackson empezó a ser conocido, la "vieja guardia" de la SCLC se sintió agraviada por su imagen atrevida y sus tácticas políticas.

En 1993, varios dirigentes negros se opusieron a la campaña para que Jackson sustituyera a Benjamin Hooks en la jefatura del grupo de derechos civiles más importante del país, la Asociación Nacional para el Progreso de Personas de Color (NAACP). Jackson retiró su nombre y apoyó al reverendo Benjamin Chavis.

Brooks y Beasley afirman que Jackson consideraría encabezar la SCLC si la organización le ofrece el cargo.

La popularidad de la SCLC y de Jackson disminuyó en los últimos años, lo que podría tentarlos a formar una alianza.

Desde la presidencia de Ronald Reagan (1980-1988) y la ofensiva del gobierno republicano contra la acción positiva y la seguridad social, la mayoría de los grupos de derechos civiles redujeron su perfil. La cantidad de socios de la NAACP y la SCLC disminuyó.

El líder negro también sufrió el giro hacia la derecha del Partido Demócrata, bajo el mando del presidente Bill Clinton, y el consiguiente alejamiento del grupo político de las organizaciones de minorías étnicas y raciales, el movimiento sindical y el electorado pobre y urbano de Jackson.

La marginación de Jackson quedó en evidencia esta semana, cuando el pastor envió una carta de tres páginas a Clinton para criticar el "vergonzoso mal estado" de la política de derechos civiles de Estados Unidos. El líder negro señaló entonces que el presidente se había negado a recibirlo durante meses.

Jackson también sostuvo que los más cercanos asesores de Clinton eran casi todos blancos y que poco se había hecho para el progreso de la justicia social.

La reunión con Clinton se produjo, al fin, el miércoles, pero el presidente apenas anunció un plan para nombrar un consejo asesor de siete personas con el fin de investigar las relaciones raciales en Estados Unidos.

Si Jackson pudiera ocupar el puesto de King en la SCLC, recuperaría el prestigio para rechazar los desaires de la Casa Blanca. Pero ex asesores dudan que esté interesado en el cargo de la SCLC.

"Jackson ya tiene una base independiente con la Coalición del Arcoiris y cuenta con visibilidad nacional. Básicamente, la SCLC es una organización agotada", dijo Robert Borosage, asesor del dirigente y codirector de la organización de investigación Campaña por el Futuro de Estados Unidos.

El ex aspirante a la presidencia podría elevar el prestigio de la SCLC si le dedicara todo su tiempo, pero tiene demasiado trabajo como para invertir tanto esfuerzo en la organización, sostuvo Borosage.

De todas maneras, Brooks cree que Jackson aceptaría si la SCLC le ofrece el cargo. La cuestión es si la organización lo hará antes de su próxima convención, que se celebrará en julio, en Atlanta, ocasión en que se elegirá el nuevo presidente. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/aq-mj/ip pr/97

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