Estados Unidos y la ONU se encaminan a un enfrentamiento decisivo tras una propuesta de Washington de imponer límites, incluso presupuestales, como condición para el pago de sus deudas al organismo mundial.
"La posición del secretario general Kofi Annan sobre los topes continúa siendo la misma", dijo este miércoles a los periodistas el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Fred Eckhard.
Annan dijo en varias ocasiones que se opone a cualquier forma de topes o condiciones, e insistió que es obligación legal de cada país pagar sus contribuciones "dentro de los plazos, totalmente y sin condiciones".
"El secretario general querría que los gobiernos respetaran las reglas" dijo Eckhard.
Los 15 miembros de la Unión Europea (UE) y los 132 miembros del "Grupo de los 77" países en desarrollo también se opusieron a la imposición de condiciones al pago de dudas por parte de cualquier país.
Aunque la ONU afirma que Washington debe unos 1.300 millones de dólares, el gobierno de Bill Clinton llegó el martes a un acuerdo entre republicanos y demócratas en el Senado, sobre un plan de pago de 819 millones de dólares al organismo mundial, durante los próximos tres años.
La propuesta se basa en rígidas condiciones para la ONU, incluyendo la demanda de un escaño de Estados Unidos en el comité presupuestal del organismo internacional.
El plan hace un llamado a una "certificación de soberanía" que reconoce la supremacía de la constitución de Estados Unidos y asegura que el organismo mundial no impondrá impuestos mundiales o creará un ejército mundial.
Además, propone un tope de 22 por ciento en los pagos de Estados Unidos al presupuesto regular y a las agencias especializadas de la ONU, seguido de una reducción de 20 por ciento en un plazo de tres años.
Bajo el acuerdo actual, Washington debería pagar 25 por ciento del presupuesto anual de 1.300 millones de dólares de la ONU.
Bill Pace, del Instituto de Política Global de Nueva York, expresó su indignación ante el plan y lamentó que los demócratas se hayan unido al Senado para "destruir a las Naciones Unidas".
Estados Unidos está sentando un mal precedente y socavando el estado de derecho, imponiendo condiciones a una institución donde los miembros tienen obligaciones impuestas por la Carta fundacional, lo cual "es un desastre", dijo a IPS.
El paquete bipartisano requiere un límite de 25 por ciento a los aportes al presupuesto de las misiones de paz, contra 31 por ciento que Estados Unidos debería pagar ahora.
El año pasado, el Congreso decidió unilateralmente reducir el aporte de Estados Unidos a 25 por ciento, en medio de protestas de naciones industrializadas y en desarrollo.
También hace un llamado a que un inspector general investigue el fraude y el malgasto en tres agencias especializadas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FA0) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El paquete también insiste en que la ONU confiera a la Oficina General de Cuentas (GAO) autoridad para supervisar programas de la ONU, y requiere una reducción de los presupuestos totales de todas las agencias especializadas.
Otras condiciones incluyen una moratoria de conferencias mundiales organizadas por la ONU fuera de Nueva York, Ginebra, Roma y Viena, y el reembolso de toda la asistencia de Estados Unidos, en general equipos, entregada a misiones de paz.
El paquete reclama que la ONU obtenga notificación y consulte con el Congreso sobre operaciones de paz. A la vez, busca recortar la ayuda exterior a naciones cuyos diplomáticos ante la ONU deben pagos de multas.
Pace señaló que la crisis financiera en la ONU, causada por el no pago de deudas de Estados Unidos, también socava el proceso de reforma en curso en el organismo mundial.
El ciudadano estadounidense que paga impuestos entrega unos 6.000 dólares por habitante para la gestión de gobiernos federales y 3.000 dólares por habitante a gobiernos estatales. Pero el costo por habitante por la ONU es sólo de 1,5 dólares por habitante, subrayó Pace.
El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Bill Richardson, quien calificó el plan del Senado como "un paso adelante", se refirió en los últimos días a esfuerzos de la Casa Blanca para pagar a la ONU, y señaló que el actual presupuesto destina dinero necesario para pagar poco más de 1.000 millones de dólares, aunque aún debe ser aprobado por el Congreso. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/lp/ip/97