CUBA: Economía crecerá este año pese a caída azucarera

La economía cubana podría crecer hasta cuatro por ciento este año a pesar de la caída de la producción azucarera, anunció el viceministro de Economía y Planificación Osvaldo Casanova.

"Este año comenzó con retraso en la zafra (azucarera) y en las exportaciones de níquel, deterioro en los términos de intercambio y presiones sobre los acreedores", pese a lo cual el crecimiento global será relativamente fuerte, aunque un punto menos que el previsto inicialmente por el Ejecutivo.

Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos del parlamento, aseguró a su vez que la baja de la producción azucarera carecerá de impacto en los planes oficiales y mantuvo las previsiones de un crecimiento de entre cuatro y cinco por ciento del PIB.

El crecimiento se apoyará fundamentalmente en la recuperación del sector manufacturero y en los ingresos generados por los servicios, dijo Casanova.

La producción azucarera, en cambio, será de 4,2 millones de toneladas, en vez de las 4,5 a las que apostaba el gobierno de Fidel Castro.

La reducción experimentada en ese sector, el que genera más divisas al país, se debería en parte a la llegada tardía del prefinanciamiento externo, estimado en unos 350 millones de dólares.

Casanova intervino durante las sesiones del VI Congreso de la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe que sesiona desde este miércoles en La Habana, con la participación de más de 300 delegados.

El encuentro, que coincide con el X Congreso de Profesionales de Ciencias Económicas de Centro América, se extenderá hasta el viernes y analizará los impactos de la globalización y los planes de ajuste en las economías de la región.

Entre los platos fuertes de la cita aparece Cuba, en particular el paquete de reformas aplicadas para salir de la crisis económica iniciada en 1990 y los efectos de la profundización del bloqueo de Estados Unidos.

Según Casanova, la recuperación de la economía tiende a consolidarse tras una caída en picada de todos los sectores, que provocó un descenso 34,8 por ciento del PIB entre 1989 y 1993.

Expertos locales ven las causas de la depresión en la combinación de los efectos de errores internos en la conducción de la economía, la pérdida de los socios comerciales del extinto campo socialista europeo y el bloqueo estadounidense.

La tendencia a la recuperación apareció con el crecimiento de 0,7 por ciento del PIB registrado en 1994, 2,5 por ciento en 1995 y 7,8 por ciento el pasado año.

El despegue coincidió con la introducción de un paquete de reformas que incluyó la legalización del dólar, el saneamiento de las finanzas internas, la ampliación del trabajo por cuenta propia y la apertura de mercados agropecuarios en los que rige la relación entre la oferta y la demanda.

Las transformaciones en curso incluyen apertura al capital extranjero, reforma bancaria, redimensionamiento empresarial, reestructuración laboral y entrega a campesinos y cooperativas de buena parte de las tierras estatales.

El gobierno pretende que al ajuste tenga el menor costo social posible, limitando los despidos y el recorte de los servicios esenciales, aseguró Casanova.

No obstante, el viceministro reconoció la existencia de desigualdades territoriales y entre grupos de población.

Entre los objetivos fundamentales de la estrategia gubernamental para este año aparecen priorizar el crecimiento con eficiencia, sanear las finanzas internas y reducir el déficit del comercio exterior. (FIN/IPS/da/dg/if/97

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