El gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se reunieron hoy frente a frente, para acordar los términos de la liberación de 70 soldados prisioneros de la guerrilla.
El encuentro estuvo precedido de un comunicado en que las FARC reconocieron "la voluntad política del gobierno" para que el proceso de la entrega de los militares "siga un curso normal".
Los guerrilleros distribuyeron su comunicado el lunes, luego que el presidente Ernesto Samper advirtiera que someterá a consejo de guerra a todo miembro del ejército que fuese sorprendido en el corredor desmilitarizado abierto para la liberación de los soldados.
Los insurgentes entendieron de la actitud del gobierno que "cualquier contratiempo que surja de aquí en adelante en el proceso de la entrega de los soldados será superable".
Delegados del gobierno y de las FARC comenzaron este martes en la localidad de Remolinos del Caguán a discutir la forma y el momento en que la guerrilla pondrá en libertad a los prisioneros.
La última reunión entre la guerrilla y el gobierno ocurrió en 1991 en Tlaxcala (México), en el curso de la fracasada negociación que impulsó el entonces presidente de Colombia César Gaviria (1990-1994)
Según el obispo católico Luis Castro, mediador entre la guerrilla y el gobierno en el proceso para la liberación de los soldados, para llegar al encuentro de este martes fue necesario que ambas partes "hicieran concesiones".
Los prisioneros son 60 soldados capturados el 30 de agosto, en el ataque de las FARC a una base militar de Putumayo, en el sur. Los otros 10 militares cayeron en poder de la guerrilla en febrero, en la noroccidental región de Chocó.
El gobierno ordenó el 20 de mayo el retiro del ejército de un área de 14.000 kilómetros cuadrados en el sureño departamento de Caquetá, según habían exigido los rebeldes para entregar a los cautivos.
Las tropas abandonaron incluso Remolinos del Caguán, pese a la resistencia inicial de las autoridades a dejar sin custodia una localidad que el ejército considera estratégica, por ser paso obligado de guerrilleros y narcotraficantes.
El gobierno dijo que aceptó el repliegue del ejército de Remolinos del Caguán "porque las condiciones de la zona cambiaron sustancialmente", pero algunos analistas opinaron que no podía hacer otra cosa, si pretende la libertad de los soldados.
Alfredo Rangel, ex asesor de la Consejería Presidencial para la Seguridad Nacional, cree que las FARC "lograron legitimarse como fuerza política", una categoría que habían perdido por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y sus violaciones al Derecho Internacional Humanitario.
A la cita de este martes, cuyo resultado las partes mantuvieron en reserva, asistieron en representación del gobierno el negociador José Noé Ríos, un especialista en solución de conflictos, y el consejero presidencial para la Política Social Carlos Castillo.
Las FARC designaron a Milton Doncel, alias Joaquín Gómez, a José Cabrera, conocido como Fabián Ramírez, y a Ezequiel Huelguia, alias Rolando Romero. La Fiscalía suspendió la orden de captura de esos tres guerrilleros, que están acusados de delitos de rebelión, para que pudieran desplazarse libremente al punto de la reunión.
A pedido de las FARC también concurrieron a Remolinos del Caguán el delegado de la Cruz Roja Internacional, Pierre Gassman, y tres integrantes de la Comisión de Conciliación Nacional: Alvaro Leyva, Augusto Ramírez y el arzobispo de Bogotá, Pedro Rubiano,
Leyva fue mediador en las negociaciones con la guerrilla durante el gobierno de Gaviria, y Ramírez fue representante de la Organización de las Naciones Unidas en el proceso de paz de El Salvador.
Las FARC disponen de 15 días para la liberación de los soldados. Al cumplirse ese plazo, el ejército retornará a la región ahora desmilitarizada.
Samper anunció que el gobierno proyecta para esa zona "programas de desarrollo que permitan crear un clima propicio para la paz y el progreso". (FIN/IPS/yf/ff/ip/97