El derecho de los indígenas a recibir alguna compensación por sus conocimientos fue ejemplificado con una sustancia anticonceptiva usada por los wapishanas que viven en la Amazonia de Brasil y Guyana, patentada por un químico británico.
La Fundación Nacional del Indígena (Funai), órgano gubernamental brasileño de protección a las poblaciones autóctonas, anunció que intentará anular la patente obtenida en Gran Bretaña por Conrad Gorinsky, según divulgó este lunes el diario Folha de Sao Paulo.
Gorinsky, hijo de un ciudadano británico de origen polaco con una indígena local, vivió en la Amazonia hasta sus 17 años. Luego se instaló en el Reino Unido y creó una empresa, Biolink, con sede en Canadá, para producir medicamentos a partir de los conocimientos de indígenas amazónicos.
El rupununine, cuya patente Gorinsky registró en Gran Bretaña, es extraído de la semilla de un érbol, el bibiri, que se encuentra en la frontera entre Brasil y Guyana.
Consumido por vía oral tiene efectos anticonceptivos, conocidos por los indígenas wapishanas. Además puede combatir tumores y servir al control del virus HIV del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, sostiene el químico.
Gorinsky también pretende obtener la patente de otra sustancia utilizada por los wapishanas en la pesca, extraída de hojas de yuca, el cumaniol.
Se trata, según declaró a Folha de Sao Paulo, del "más potente estimulante del sistema nervioso central", que podrá ser empleado incluso en cirugías cardíacas, ya que puede paralizar las funciones del corazón.
El químico reconoció que los indígenas tienen derecho a pagos por conocimientos que desarrollaron a lo largo de siglos, pero en su caso se niega a hacerlo porque "no hay nadie confiable" para recibir el dinero.
Los recursos podrían ser usados en más destrucción de los bosques, como ya está ocurriendo en la Amazonia, argumentó. (FIN/IPS/mo/dg/he/pr/97
