Para los argentinos, Qatar es un país tan lejano como enigmático. Entre quienes visitan este mes en Buenos Aires la primera exposición de arte y cultura qatarí en América del Sur, algunos ni siquiera sabían de la existencia del emirato, uno de los primeros productores de gas y petróleo del mundo.
Los visitantes argentinos camina con curiosidad entre los puestos de artesanos, pescadores y médicos naturistas, todos vestidos con ropas típicas. Prueban las comidas y piden monedas, mapas y recuerdos, aún cuando algunas veces no consiguen hacerse entender si no hay intérprete cerca.
Una pareja de qataríes que simulan ser recién casados, se pasean en camello y terminan ingresando a una habitación especialmente ambientada: una cama con baldaquino y alfombras y almohadones tapizando piso y paredes.
Muy cerca, una tienda reproduce el hábitat de los qataríes que viven en el desierto, aunque que está levantada a apenas 50 metros de una de las calles más transitadas de Buenos Aires, la avenida Santa Fé. La música ayuda a crear un clima que transporta al visitante hacia Oriente.
"No somos sólo un país que produce petróleo y gas. Tenemos tradiciones, arte y cultura, y queremos que los argentinos nos conozcan, como primer paso para incrementar nuestras relaciones económicas y políticas", explicó a IPS Yousof Ahmad, organizador de la exhibición, abierta desde el último jueves hasta el próximo martes.
Esta modalidad de salir a "vender" la imagen y la historia de Qatar en el mundo, comenzó hace poco tiempo. Ya se realizaron semanas culturales en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Japón. La delegación cuenta con 80 integrantes, de los cuáles más de la mitad son artistas.
Músicos, bailarines, pintores y cantantes expresan su arte todos los días desde la jornada inaugural de la muestra, a la que asistieron unas 500 personas.
"Esta es la primera muestra que hacemos en América Latina", subrayó para IPS el jeque Mohamed bin Aid Al Thani, presidente de la Organización General de Deportes y Juventud de Qatar y jefe de la delegación oficial. "Argentina es uno de los países más grandes de Sudamérica y es amigo de Qatar", destacó Al Thani.
Oleadas de inmigrantes árabes llegaron a Argentina a partir de los primeros años siguientes a la conquista española. Ahmad calcula que hay en este país entre tres y cuatro millones de descendientes de árabes, entre los que se cuentan el presidente Carlos Menem, hijo de un inmigrante sirio, y unos 50 legisladores.
Qatar, un rico país del Golfo, de medio millón de habitantes, proyecta abrir una embajada en Argentina en los próximos dos o tres meses, anunció Ahmad.
Las intérpretes, vestidas a la usanza qatarí, son descendientes de árabes que viven desde hace muchos aos en Argentina. Conocen tanto una cultura como la otra, y por eso, son el principal nexo entre el público y los artistas y los artesanos.
"¿Tiene algo para el reuma?", preguntó una mujer mayor al anciano médico qatarí, que la miraba sin comprender, rodeado de barriles con hierbas para curar los más diversos males. Las traductoras, ocupadas con otros pedidos, no siempre pueden satisfacer demandas y curiosidades del pblico, ávido de novedades.
Los qataríes saben que dos atentados, el que destruyó la embajada de Israel, en 1992, y el que fue lanzado dos años más tarde contra una asociación mutualista judía, que causaron la muerte a más de 100 personas, afectaron en Argentina la imagen de los árabes, aunque no se identificara a los culpables.
"Nosotros somos un pueblo abierto, amigo y pacfico, y queremos tener buenas relaciones con todo el mundo", aseguró Ahmad.
Para peor, la apertura de la semana de Qatar coincidió con la publicación en el diario Clarín, el de mayor circulación en Argentina, de un artículo que señala supuestos vínculos del padre del actual emir qatarí con una red de comercio sexual de menores en Europa.
Por error, la foto del emir de Qatar, Shiekh Hammad bin Khalifa Al-Thani, aparece ilustrando la nota con un epígrafe que lo confunde con padre, el ex emir señalado. (FIN/IPS/mv/ff/mm la/97