El ex ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, acusó hoy al ministro de Justicia Elías Jassan y a otros altos funcionarios de ser "empleados" del empresario Alfredo Yabrán, sospechoso de intervenir en el asesinato de un periodista.
Jassan, el ministro del Interior, Carlos Corach, el ex ministro Antonio Erman González, el asesor presidencial Esteban Caselli, el secretario general de la presidencia Alberto Kohan y el ex director de Migraciones Hugo Franco "llaman más a Yabrán que al presidente (Carlos) Menem", aseguró Cavallo.
Cavallo lanzo su acusación pocas horas después de que los investigadores del asesinato del fotógrafo de prensa José Luis Cabezas revelaran que Jassan recibió más de 100 llamadas en su celular de una empresa de seguridad de Yabrán y de la casa de los guardias de seguridad de éste.
Las llamadas desde la vivienda de los guardias de Yabrán en Pinamar, la localidad de la provincia de Buenos Aires donde fue hallado el cadáver de Cabezas, se realizaron en enero, dos días después del crimen.
El ministro dijo que dió de baja ese número en diciembre, pero la fuentes de la empresa aseguran que aún está a su nombre.
Mediante un comunicado, Jassán acusó a servicios de inteligencia de intentar una maniobra para desprestigiarlo. Por su parte, el presidente Menem, amigo personal de Jassan, confirmó a todos sus colaboradores y evitó opinar sobre la revelación de los investigadores policiales.
"Jassan recibe órdenes de Yabrán, y todo el armado de la justicia federal de los últimos años la hizo Jassan a la medida de los interéses de Yabrán", afirmó Cavallo, que también atribuyó vínculos con el empresario a otros cinco altos funcionarios.
"Si la justicia investiga las llamadas de toda esta gente, verá que llaman más a Yabrán que a la residencia del presidente Menem", denunció Cavallo, quien consideró a los funcionarios mencionados como "empleados" del empresario telepostal.
Las afirmaciones de Cavallo coinciden con un editorial del diario inglés "Buenos Aires Herald", que hace pocos días hizo referencia a un fuerte rumor según el cual Yabrán sería testaferro de Menem.
Yabrán controla empresas de correo, tiendas libres de impuestos y servicio de rampa en aeropuertos, participa en el negocio de la impresión de pasaportes, documentos de identidad y permisos de portación de armas, y es dueño de empresas de seguridad, entre otros intereses que se le atribuyen.
Cavallo declaró hace dos meses que su su ofensiva ante el Parlamento contra los intereses de Yabrán fue el motivo por el que Menem le pidió su renuncia al Ministerio de Economía.
Cabezas, que era fotógrafo del semanario Noticias, consiguió una foto de Yabrán, que se publicó en la portada de la revista. "Sacarme una foto es como pegarme un tiro", advirtió poco después el empresario, cuyo rostro no era conocido por el público, ante un directivo del semanario.
Desde entonces, numerosas pistas y testimonios atribuyen a Yabrán responsabilidad intelectual en el asesinato de Cabezas. La justicia ya lo citó una vez a declarar, y lo hará nuevamente, tal vez como imputado.
Los peritos pisquitricos que atendieron al ex policía Gustavo Prellezo, acusado de matar a Cabezas, aseguran que el detenido confesó que Yabrán lo mandó "asustar" al fotógrafo, y que uno de sus compañeros lo mató. Prellezo negó a través de su abogado haber realizado esa confesión.
Luego se supo que en la libreta de teléfonos del ex policía figuraban personas muy cercanas a Yabrán, y que guardaba también una tarjeta con el nombre del empresario y sus teléfonos particulares en la residencia de Pinamar.
Hace una semana, un testigo aportó un dato an más comprometedor para Yabrán. Un hacendado de Pinamar, amigo de Cabezas, dijo que, poco antes de morir, el fotógrafo estaba preocupado y temía que gente cercana a Yabrn atentara contra su vida. (FIN/IPS/mv/ff/ip/97