La Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) busca acentuar un proceso de reconversión que inició a fines de 1996, luego que recibió un reconocimiento formal durante la última reunión de los 34 países de la proyectada Area de Libre Comercio de América (ALCA).
En ese encuentro, celebrado en la ciudad brasileña de Belo Horizonte a mediados de mayo, la Aladi fue invitada a participar por primera vez.
Ese hecho, a juicio de Antonio Antunes, secretario general de la organización, fue una señal muy importante de que el organismo asumirá en el futuro un papel clave en los diversos procesos de integración.
"No tendrá dificultades para convivir con el ALCA", dijo Antunes en clara referencia a una circunstancia de que hasta ese momento no era claro el futuro de la Asociación.
Antunes declaró este jueves en rueda de prensa con corresponsales extranjeros que la experiencia recogida por la Aladi desde su creación en 1980 será de gran importancia para el ALCA, entre otras cosas en materia de normas de origen, procedimientos aduaneros y mecanismos de negociación.
La ALADI está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
La organización establece una preferencia arancelaria regional y habilita la concertación de acuerdos de alcance regional, así como tratamientos diferenciales en base a tres categorías de países, según su nivel de desarrollo económico.
En esta década surgió una nueva realidad económica y los países de la Aladi han constituido un progresivo entretejido de acuerdos, mediante relaciones bilaterales, plurilaterales y subregionales "que están cambiando la realidad y los alcances de los procesos de integración", dijo Antunes.
Precisó que los acuerdos regionales pueden tener gran importancia en las negociaciones del ALCA y de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que en conjunto los países de la ALADI representan 93 por ciento del comercio, 95 del Producto Interno Bruto y 87 por ciento del territorio de América Latina.
Antunes indicó que diez acuerdos de libre comercio suscritos por los países miembros constituyen el núcleo de ese entretejido y una prueba de su importancia es que esas naciones destinan a sí mismas 17 por ciento de sus exportaciones totales.
A medida que avance el proceso del ALCA y que los países de la Aladi también concreten acuerdos entre sí, el apoyo, la experiencia y el banco de datos de la organización regional será un factor clave.
Los acuerdos y otros jalones de la integración constituyen un capital obtenido con mucho esfuerzo y sería una gran ingenuidad ignorar el significado de conjunto que presentan para coadyuvar a la solución de los problemas de desarrollo económico y social de esos países, dijo Antunes.
Destacó que entre esos procesos figura la integración cultural como un elemento particular al margen de las previsiones comerciales y económicas.
"La multiplicación en los últimos tiempos de asociaciones de universidades, sindicatos y otras organizaciones regionales, más allá de los carriles burocráticos, muestra la dimensión humana de la integración", sostuvo.
Añadió que esos procesos "escaparon a los gobiernos y son los pueblos los que tomaron la integración en sus manos como resultado de su afinidad histórica y cultural".
A mediados de diciembre el Consejo de Ministros de la Aladi celebrará una reunión para analizar la postura frente al ALCA, que tendrá una cumbre tres meses después en Chile.
"Será un momento de reflexión y definiciones políticas sobre la forma de continuar el proceso de articulación y convergencia", sostuvo Antunes.
Como respaldo a la etapa de reconversión que inició la Aladi, indicó, el presupuesto de 1997 fue incrementado 21 por ciento, lo que marca claramente la voluntad de los países miembros, cuando a nivel mundial existe una tendencia a alejarse de las organizaciones internacionales.
El presupuesto de 1998 será igual al del presente año, de unos 5,2 millones de dólares, con una nueva política que apunta a dsimuir los costos de personal permanente y contratar consultores especializados en función de casos y negociaciones concretas.
Algunos países registran atrasos en el pago de sus cuotas, en cierto caso desde hace una década.
Antunes rehusó identificar a esos países "por delicadeza", pero señaló que los grandes, Argentina, Brasil y México, están al día y con su aporte se sostiene la mayor parte del presupuesto.
El resto se financia con préstamos que la organización obtiene en el Banco de la Nación Argentina, en el Banco de la República de Uruguay (sede del organismo), en el Banco Do Brasil. El costo financiero de esos créditos se carga a las naciones deudoras. (FIN/IPS/rr/dg/if/97