El gobierno de México reafirmó su compromiso de intensificar las actividades previstas para detener la degradación de los suelos.
Con motivo de celebrarse el día 17 el Día Mundial Contra la Desertificación, Pilar Paredes, de la Secretaría del Medio Ambiente, dijo a IPS que en México 80 por ciento del territorio presenta algún grado de erosión.
Explicó que las causas son diversas, entre ellas el alto nivel de deforestación, el mal manejo del agua o de los agroquímicos, el uso de maquinaria pesada, la quema de rastrojos, el monocultivo, y otros métodos de trabajo inadecuados.
Entre los objetivos específicos de los programas oficiales en la materia mencionó, además de contrarrestar los procesos de deterioro, propiciar el desarrollo de opciones técnicas viables y sostenibles, así como inducir su aplicación.
También subrayó el interés del gobierno mexicano en participar en foros internacionales sobre el tema, a la vez que en promover a nivel nacional la atención del fenómeno.
Paredes precisó que de los suelos afectados 26 por ciento sufren una erosión leve, 37 por ciento una manifiesta, 12 por ciento una severa y 4,6 por ciento una erosión muy severa.
Según Edmundo Ramírez, de la Comisión Nacional de Zonas Aridas, "el proceso de erosión y degradación del suelo es una de la mayores amenazas al desarrollo de México, al influir en el conjunto de los procesos productivos y socioeconómicos del medio rural".
En diálogo con IPS, Ramírez puso el acento en que el suelo se puede regenerar pero en lapsos muy largos, hasta de miles de años en zonas áridas, por lo que debe considerarse un recurso no renovable en los tiempos propios de la planeación socioeconómica.
Adujo que según estadísticas oficiales la superficie afectada por la salinización severa es de 300.000 hectáreas, la que sufre acidificación alcanza a cinco millones de hectáreas y la pérdida de fertilidad y materia orgánica abarca 25 millones de hectáreas.
En cuanto a la pérdida de la superficie forestal alcanzó ya a las 250.000 hectáreas.
Respecto de las estrategias preservadoras de suelos, Ramírez mencionó en primer lugar como prerrequisito el levantamiento de la más completa información sobre el estado actual y las experiencias realizadas ya en ese campo.
Acerca de la operación de estrategias señaló la extensión mediante capacitación, estímulos y un sistema de transferencias de tecnologías derivadas de áreas piloto o de centros de investigación nacionales o foráneos.
También subrayó la necesidad de asistencia técnica oficial a las organizaciones de productores, que deberán ser promovidas y consolidadas por las autoridades sobre la base de la adopción de esquemas productivos sustentables.
Por otra parte el gobierno mexicano se propone ajustar una coordinación institucional que evite la duplicidad de esfuerzos y logre una acción concertada entre los distintos actores que intervienen directa o indirectamente con la problemática de los suelos.
Las autoridades han puesto en marcha durante los últimos años diversos programas destinados a la restauración de suelos, mediante acciones correctivas en terrenos agropecuarios y forestales.
Asimismo se aplican planes para la revegetación y reforestación de superficies en riesgo a través de la siembra de pastos o leguminosas, o de la plantación de árboles y arbustos.
Estas actividades e efectúan con apoyo de la acción comunitaria para crear viveros, colectar germoplasma y promover plantaciones leñeras.
El gobierno se fijó como meta promover en un lapso de un lustro la revegetación comunitaria de 500.000 hectáreas.
Igualmente hay planes de revegetación para zonas prioritarias donde tienen participación diversas instituciones públicas, incluida la Secretaría de la Defensa Nacional.
Otro rubro es el control de escurrimientos y azolves mediante tinas ciegas, terrazas de formación paulatina, terrazas y presas de piedra acomodada y gaviones, conjuntamente con prácticas de revegetación.
Para la llamada "correción de suelos" las autoridades recurren a lavados o aplicación de mejoradores, así como al uso de biotecnología para reducir contaminantes, y el empleo de especies vegetales resistentes. (FIN/IPS/emv/dg/en/97
