Radiodifusores comunitarios de América Latina y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se comprometieron el martes 10 a una acción conjunta para difundir y promover la ciudadanía ambiental en la región.
Las redes regionales asociadas a la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) iniciarán acciones orientadas a sensibilizar a la población latinoamericana en los objetivos de la Agenda 21, aprobada en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en junio de 1992.
La sensibilización, sumada a la difusión y capacitación, contribuirá a generar acciones ciudadanas concretas en favor del ambiente, se señaló al concluir este martes un taller de trabajo en la sede de la Corporación El Canelo, en la localidad de Nos, al sur de Santiago.
El encuentro contó con la participación de Alicia Bárcena, directora del Programa de Ciudadanía Ambiental del PNUMA, cuyo objetivo es generar una participación consciente de la sociedad civil en el tratamiento y solución de los desafíos ecológicos.
Bárcena y otros expertos del PNUMA trabajaron durante dos días con radiodifusores, periodistas y comunicadores populares de México, Cuba, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina y Chile.
La AMARC, que reúne a unas 3.000 emisoras locales en todo el mundo, cuenta en América Latina con una red de 400 afiliados, entre estaciones radiofónicas comunitarias, comunicadores sociales y centros de estudio y capacitación vinculados a estas actividades.
Este encuentro sentó las bases para materializar las "alianzas estratégicas" que se plantea el PNUMA con diversos sectores y actores organizados, como una forma de movilizar al conjunto de la sociedad.
Los tres grupos de trabajo en que funcionó el taller elaboraron alrededor de 40 recomendaciones, recogidas en un texto común al término del encuentro, para poner en marcha un trabajo conjunto con el PNUMA y otras agencias de la Organización de Naciones Unidas.
Las resoluciones se orientan a potenciar el aporte de las radios comunitarias a la difusión de la Agenda 21 y a la capacitación y educación ambiental, como pilares de un proceso que debe continuar con una comunicación interactiva que genere acciones ambientales concretas de la ciudadanía.
Una de las resoluciones plantea crear un "Tierramérica radiofónico", aludiendo al suplemento regional del PNUMA que se distribuye cada dos meses con diarios de 11 países de la región y que llega a unos cuatro millones de lectores.
Se estimó que la experiencia de Tierramérica es replicable en la radiodifusión, sobre la base de la producción e intercambio de programas que aborden temas de interés regional, con aportes de las redes y emisoras nacionales.
Los participantes en el taller puntualizaron que en la estrategia general de comunicaciones se trata de asumir las expresiones locales de los problemas del ambiente, pero al mismo tiempo proyectarlos en su dimensión regional y global.
"Tenemos que lograr simpleza y formatos atractivos en nuestros mensajes radiofónicos, estableciendo una relación permanente entre los temas ambientales y los problemas cotidianos", señaló Ernesto Lamas, radiodifusor de Argentina.
El encuentro planteó asimismo una mayor difusión de los servicios informativos de Naciones Unidas y la creación de una página web de los radiodifusores ambientalistas en Internet.
En concordancia con los objetivos del Programa de Ciudadanía Ambiental se adoptaron varias resoluciones en materia de capacitación y educación, tanto en su dimensión social como profesional.
"Hay que capacitar a los radiodifusores en temas ambientales y a los ambientalistas en radiodifusión", señaló Armando Soto, de Colombia.
En la misma perspectiva se planteó el trabajo con facultades y escuelas de Periodismo y Comunicación, para capacitar también a los futuros profesionales en la temática ambiental.
La organización de los comunicadores ambientales, incluyendo a profesionales de todos los medios de comunicación, fue otro de los objetivos que se planteó en las conclusiones del encuentro en El Canelo de Nos.
Como labor de corto plazo se propuso hacer un estudio del impacto de los mensajes de la radiodifusión comunitaria en sus respectivos espacios locales, para así orientar mejor la futura producción de programas ambientales.
"La radio tiene capacidad de generar valores y también participación activa. Por lo mismo tenemos que esforzarnos en no cometer errores, conociendo qué pasa con nuestros mensajes y nuestros receptores", dijo el periodista chileno Gabriel Sanhueza. (FIN/IPS/ggr/dg/cr-en/97)
