La falta de educación ambiental para combatir los efectos devastadores del consumismo es uno de los mayores déficit en relación a los compromisos adoptados hace cinco años en la Cumbre de Río, señalaron en Chile personalidades políticas, ecologistas y científicas.
La afirmación fue planteada en un foro de evaluación "Río más cinco", que con motivo del Día Mundial del Ambiente organizó el jueves 5 la revista regional Tierramérica y que contó con la participación del ex presidente Patricio Aylwin (1990-94).
La dirigenta ecologista Ximena Abogabir, presidenta de la Casa de la Paz, el biólogo y Premio Nacional de Ciencias Humberto Maturana, y Ricardo Katz, gerente de Gestión Ambiental, una consultora empresarial, acompañaron a Aylwin en el foro.
La actividad sirvió también para inaugurar el auditorio del moderno edificio de la oficina regional para América Latina de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), según destacó su director, Severino de Melo Araujo.
Tierramérica, suplemento bimensual que circula simultáneamente en diarios de 11 países, es una iniciativa conjunta del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la agencia de noticias IPS, apoyada por FAO y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, dijo la editora de la revista, Angélica Beas.
Los panelistas del foro coincidieron en calificar la Cumbre de Ambiente y Desarrollo, realizada en Río de Janeiro en 1992, como un acontecimiento trascendental, que cambió la mirada y elevó la conciencia de la ciudadanía sobre los temas ecológicos.
Aylwin, quien se definió como "sólo un aficionado" en la materia, resaltó el fortalecimiento de la normativa ecológica en estos últimos cinco años y recordó que el último acto de su gobierno, el 9 de marzo de 1994, fue la promulgación de la primera ley marco ambiental en Chile.
En el país y en el mundo, dijeron los panelistas, existe hoy una mayor conciencia ambiental gracias al proceso generado por Río, que marcó a su vez la continuidad con respecto a la primera conferencia ambiental, celebrada hace 25 años en Estocolmo.
Los vínculos entre pobreza y ambiente, en el marco de las propuestas de desarrollo sostenible, fueron resaltados en el foro como un tema central, en torno al cual no se advierten tampoco sustantivos avances.
"Se ha hecho más de lo que yo creía, aunque menos de lo que todos quisiéramos", dijo Aylwin al resumir gráficamente su balance de los últimos cinco años, haciendo especial énfasis en implicaciones del fenómeno de la globalización que contradicen la aspiración del desarrollo sostenible.
Abogabir subrayó que mientras se triplican las diferencias socioeconómicas entre países pobres y ricos, las naciones del Norte industrializado no han cumplido el compromiso de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a proyectos productivos sustentables en el Sur en desarrollo.
"Los patrones de consumo de los países del Norte siguen siendo dmaterializarla. (FIN/IPS/ggr/ag/en/97
