ZAIRE: Mobutu y Kabila dejaron de lado a la oposición sin armas

La oposición política de Zaire, que luchó durante largos años contra la dictadura de Mobutu Sese Seko, cree que fue dejada de lado al privilegiarse la opción militar que representa el rebelde Laurent Kabila en el acuerdo alcanzado este domingo.

Los representantes de los partidos que no participaron en la rebelión armada desatada en octubre de 1996 no fueron convocados a las conversaciones celebradas el domingo, en las que el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, actuó como mediador.

La opositora Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS) de Zaire que lidera Etienne Tshisekedi había reclamado a fines de abril una negociación en la que participaran los tres principales líderes de la escena política del país.

La UDPS, así como otros partidos que han combatido contra el gobierno de Zaire, entiendía que una solución perdurable de la crisis requería de diálogo entre Tshisekedi, el dictador Mobutu y Kabila, líder de la rebelde Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL).

"Solo una negociación entre Mobutu, Tshisekedi y Kabila puede llegar a una transición que satisfaga la aspiración del pueblo a la libertad, la democracia y la transparencia", dijo entonces el representante de la UDPS en Brazzaville, Dominique Bope Mayoma.

Pero la oposición desarmada se ubicó en el asiento trasero desde que Motubu, quien había nombrado a Tshisekedi primer ministro a comienzos de abril, lo destituyó apenas una semana después.

Las negociaciones celebradas el domingo a bordo de un buque sudafricano cerca del puerto de Pointre-Noire, Congo, tuvieron como antagonistas a Mobutu y Kabila, ninguno de los cuales efectuaron concesiones respecto de sus posiciones previas.

Mobutu reiteró que estaba listo para organizar elecciones, pero insistió en permanecer al frente de la presidencia hasta que se celebraran y aseguró que entregará el poder al jefe de estado electo.

El enviado especial de la Organización de Unidad Africana (OUA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), Mohamed Sahnun, explicó que el dictador no se presentará como candidato a las elecciones, lo cual le permitiría sucederse a sí mismo.

Kabila también se mantuvo en sus trece al exigir la renuncia de Mobutu. El líder rebelde pretende que la AFDL, y no el dictador, supervise la transición a las elecciones.

Mobutu pidió que se le concediera 80 días para considerar la condición del grupo rebelde, declaró Kabila después de la reunión en Pontre-Noire.

El mero hecho de que se celebraran conversaciones directas entre Mobutu y Kabila por primera vez desde que comenzó la incursión de la AFDL hace siete meses ya constituyen un avance importante. Pero la negociación no tuvo, de hecho, ningún resultado más que detener el avance rebelde.

Mossi Mwassi, periodista congoleño especializado en Zaire, sostuvo que "Mobutu pretende permanecer para ganar tiempo y organizar unas elecciones que derivarían en la entronización de otro Mobutu a través del fraude y la corrupción".

"A los ojos de Kabila, el país necesita reformas antes de las elecciones. ¿Quién se haría cargo de esas reformas? Kabila cree, por cierto, que es él mismo", agregó Mwassi.

El periodista afirmó que la oposición desarmada fue dejada de lado porque sus líderes sostienen, aunque sea de forma aproximada, las mismas posiciones que Kabila.

"La oposición no tienen ninguna diferencia política con Kabila. Todos quieren cambiar el país. La única diferencia entre los dos grupos es que Kabila lucha con armas y Tshisekedi apela a la constitución elaborada por la Conferencia Nacional", dijo.

La Conferencia Nacional (1991-1992) fue la instancia que obligó a Mobutu a acceder a una transición a la democracia y supuso un parcial alivio de su régimen de mano dura. El objetivo era que Zaire tuviera un gobierno elegido de forma democrática, pero ya han pasado cinco años y eso no ocurrió.

"Mobutu no debería permanecer en el poder durante la transición. Prometió elecciones, pero no ha cumplido. Que le entregue el poder a Kabila para que él organice los comicios", dijo un zaireño anónimo entrevistado por Radio France Internationale.

"Necesitamos un presidente electo. Kabila no debería asumir sin elecciones. Mobutu debería contar con tiempo para organizarlas. Incluso Kabila debería ser candidato si desea gobernar", opinó, en cambio, otro ciudadano abordado por la misma emisora.

Kabila y Mobutu se reunirán de nuevo dentro de diez días. De todos modos, la situación podría cambiar entonces.

La AFDL, cuyas fuerzas ya controlan la mayor parte del territorio de Zaire y está a 150 kilómetros de Kinshasa, la capital, se negó el domingo a declarar un cese del fuego. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/mj/ip/97

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