ZAIRE: Los días de Mobutu en el poder están contados

Informativos de televisión de toda Europa muestran imágenes de los rebeldes de Zaire avanzando sobre la capital, Kinshasa, en lo que parece ser el golpe final para derrocar al presidente Mobutu Sese Seko.

Mobutu, en el poder desde 1965, perdió dos tercios de su territorio a manos de la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL), que lanzó su guerra de guerrillas hace seis meses.

Kikwit, una localidad situada 240 kilómetros al oeste de Kinshasa, cayó esta semana en manos de los rebeldes ante cámaras de televisión, poniendo en pánico a los cinco millones de residentes de la capital.

Sin embargo, los televidentes europeos saben poco de la situación de los zaireños. Lo que domina las pantallas es la situación de los refugiados hutus ruandeses atrapados en el conflicto y los esfuerzos de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Bélgica por evacuar a sus ciudadanos de Kinshasa.

Gran Bretaña, que desplegó tropas sobre el río que divide Kinshasa de Brazzaville, la capital del vecino Congo, urgió a sus ciudadanos a abandonar la capital zaireña inmediatamente mientras haya vuelos y viajes marítimos programados.

"Cuanto más se demoren, más difícil será la salida", advirtió la cancillería británica en un mensaje difundido mediante el servicio mundial de la British Broadcasting Corporation.

Medios de comunicación europeos estiman el número de occidentales que se encuentran en Kinshasa en 7.000, incluidos 3.000 belgas, 1.000 franceses, 650 estadounidenses y 500 británicos.

Una fuerza expedicionaria naval de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Bélgica ya llegó a Zaire y al vecino Congo para ayudar a la evacuación de sus ciudadanos.

Pero el comienzo de la operación de evacuación dependerá del resultado del encuentro de este fin de semana entre Mobutu y el líder rebelde Laurent-Désiré Kabila, a bordo de un buque de guerra sudafricano.

Los mediadores, el presidente sudafricano Nelson Mandela y el enviado estadounidense Bill Richardson, creen que las conversaciones asegurarán una transferencia tranquila del poder.

Richardson, embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se reunió esta semana con Mobutu y Kabila y exhortó a ambos líderes a asistir a las conversaciones.

Por su parte, Kabila ya advirtió que no discutirá otra cosa que no sea la salida de Mobutu de Kinshasa. (FIN/IPS/tra- en/mn/ml/ip/97

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