VIETNAM: Las reformas económicas marchan con lentitud

Las reformas económicas en Vietnam han sido lentas a pesar del compromiso del gobierno. El programa de privatizaciones marcha a los tropiezos, mientras los críticos afirman que se trata de mucho ruido y pocas nueces.

La empresa de transporte público Haiphong fue definida por el gobierno en 1991 como proyecto piloto de la versión vietnamita de las privatizaciones en su marcha hacia una economía de mercado.

Bajo el esquema de participación accionaria del peculiar sistema de privatización vietnamita, las empresa debería repartir el capital entre los empleados, pero el proceso sufrió trabas burocráticas.

El año pasado, Haiphong fue autorizada a vender acciones a sus 63 trabajadores, pero esta disposición aún no fue reglamentada y no pudo concretarse.

El sistema vietnamita de privatizaciones consiste en la venta de acciones de las empresas estatales, operación en la cual los trabajadores tienen prioridad. Apenas 10 compañías fueron incluidas en ese proceso desde 1992, con disímiles resultados.

Los funcionarios del gobierno comunista aseguran que las empresas que pasaron por la experiencia son ahora más eficientes, sin haber perdido por ello su carácter socialista.

El secretario general del gobernante Partido Comunista, Do Muoi, recomendó el mes pasado a las autoridades de las 10 compañías la emisión de más bonos para pequeños accionistas con el fin de impedir una polarización entre ricos y pobres.

Además, Do Muoi postuló "un nuevo modelo de producción dinámico, adecuado a una economía de orientación socialista".

Los gerentes replicaron que la burocracia estaba complicando el proceso, y recordaron que cinco agencias del estado diferentes debían dar su aprobación a cada préstamo.

"Debí duplicar mis esfuerzos para asegurarme de que la empresa sería lucrativa y transparente", dijo Pham Ngoc Son, director de la fábrica Hiep, en ciudad Ho Chi Minh.

El gerente general de la primera compañía privatizada, la textil Legamex, de ciudad Ho Chi Minh, otrora considerada una de las más exitosas del país, terminó entre rejas por supuestas operaciones fraudulentas con el dinero de los accionistas y malversación (desvío) de fondos.

Los donantes internacionales e inversores privados presionan a Vietnam para que profundice el proceso y acelere el ritmo de las reformas económicas para agilizar la integración del país a los mercados regionales y mundiales.

En especial, los donantes quieren que las compañías estatales pasen a otras manos para reducir el control del gobierno sobre esas firmas y permitir que empresas privadas compitan en igualdad de condiciones.

El número de empresas estatales cayó de 12.000 en 1989 a 6.000, pero eso se debe a fusiones más que a privatizaciones. Alrededor de 80 por ciento de las compañías dan beneficios, según cifras oficiales.

El sector estatal emplea a 1,5 millones de personas y comprende dos quintas partes del producto interno bruto, cuando esa proporción era de un tercio hace seis años. Pero esas empresas están muy endeudadas y solo los intereses consumen 40 por ciento de sus beneficios.

Ahora, 110 compañías se registraron en el programa de privatizaciones, de las cuales 25 se ubican en el sur del país, la zona más industrializada, según la Junta Central de Dirección de Renovación de Empresas Estatales.

La privatización es considerada el germen de una bolsa de valores. La Junta debió postergar los planes en tal sentido para el 2000.

Por esa razón, según los analistas, siete fondos de inversión representan en conjunto apenas 400 millones de dólares y cuentan con pocas posibilidades para colocar ese dinero.

El periódico Vietnam Business Journal informó en abril que The Lazard Vietnam Fund y Templeton Vietnam Opportunities Fund Ltd., que suman fondos por 170 millones de dólares, celebrarán una asamblea de accionistas a fines de año para decidir una eventual liquidación.

Algunos bancos comenzaron a ofrecer sus acciones al público sin revelar ninguna información financiera. "Esta práctica alienta a la población a comprar acciones no como inversión sino como si fuera una lotería", observó la publicación Vietnamese Economic Development Review.

El Banco de Desarrollo Asiático (AsDB), rama regional del Banco Mundial, elogió en su último informe los resultados macroeconómicos de Vietnam, que incluyeron un aumento de las inversiones de 12 por ciento del producto interno bruto en 1990 a 30 por ciento en 1996, así como una alta tasa de crecimiento.

Pero la tasa nacional de ahorros, que asciende a 18 por ciento del producto interno bruto, implica una gran dependencia del flujo de recursos externos, y sería deseable que el país apelara más a sus propios recursos en el largo plazo, observó el AsDB.

Sin embargo, Vietnam podría depender a mediano plazo de la asistencia externa dirigida a sus requerimientos en materia de desarrollo, agregó la institución.

La situación económica es el componente fundamental del enfrentamiento entre reformistas y conservadores dentro del partido Comunista. Los conservadores reclaman un enlentecimiento del proceso de reformas. (FIN/IPS/tra-en/sb/ral/mj/if dv/97

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