TURQUIA: Madres de desaparecidos soportan "amigos" indeseables

Las madres y esposas de desaparecidos de Turquía, que hace dos años salieron a la calle para reclamar por sus seres queridos, sufren ahora la compañía de los policías que las despreciaron y ahora les ofrecen su cooperación.

Numerosas mujeres se concentran todos los sábados al mediodía desde el 25 de mayo de 1995 en la avenida Istiklal de Estambul para exigir a las autoridades que aclaren el destino de sus familiares, detenidos por la policía y luego desaparecidos.

Pero a las manifestaciones en las afueras del histórico Liceo Galastasaray se unió en febrero un ómnibus policial blanco con un cartel que reza "Centro de Investigación Móvil para los Desaparecidos", cuyos pasajeros piden a las mujeres que cooperen con ellos.

"Las respetamos profundamente, familiares de desaparecidos. Cooperen con nosotros para saber qué sucedió con sus parientes, quienes, según ustedes, desaparecieron", dice una voz grave que resuena en los parlantes instalados en el ómnibus.

"Quiero a mi marido Fehmi de regreso. Pero esto no es más que una operación cosmética de la policía, que quiere desembarazarse de las acusaciones en su contra", dijo Hanim Tosun, una de las más conocidas madres de desaparecidos.

"Esto es increíble. Se creen que pueden burlarse de nosotras y de todo el mundo. Pero nuestra voz se escucha aquí y en todo el planeta", declaró Tosun.

Las "madres de los sábados" han concitado la atención internacional. La banda de rock irlandesa U2 dedicó su último disco a Fehmi Tosun, a quien nadie ha vuelto a ver tras ser secuestrado por tres hombres que portaban radios policiales en octubre de 1995.

"Recurrí a las autoridades apenas desapareció. Golpeé una puerta tras otra durante un año y medio, pero todos me la cerraron en la cara. Escribí cartas a funcionarios, desde el más raso hasta el ministro del Interior, pero no hubo respuesta", dijo Hanim Tosun a IPS.

La policía, en cambio, recomendó a las madres buscar a sus familiares "en las montañas". "¿Qué sucede ahora que nos piden cooperación?", se preguntó Hanim.

Los mensajes propalados desde el ómnibus la sacan de quicio. "¿¡Por qué tendríamos que hablar con ustedes!?", les increpa. Hanim es una entre cientos de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares en el sudeste de Turquía por la guerra del ejército contra los separatistas kurdos.

"Les golpeé la puerta cientos de veces. Pero ustedes me echaron a patadas, me acosaron, se burlaron de mí. Ustedes me conocen, saben que Fehmi Tosun desapareció. ¿Qué más quieren saber?", grita con la voz cortada.

Las madres de los sábados reconocen que la presencia del ómnibus blanco demuestra la eficacia cada vez más evidente de sus protestas.

"Cuando los funcionarios del gobierno deben reunirse con representantes de la Unión Europea, se topan con montañas de documentos sobre los desaparecidos. Por eso se ven obligados a actuar como si estuvieran haciendo algo al respecto", dijo la activista Filiz Kocali.

"Ellos tienen una lista completa de los desaparecidos en sus cajones. Si en realidad quieren resolver estos casos, lo que necesitan no es pedirnos 'cooperación' sino actuar, como le exigen los familiares", agregó Kocali.

Entre 1980 y 1996 desaparecieron 567 personas, según la Asociación de Derechos Humanos de Turquía (IHD). La mayoría de los secuestros se registraron en los últimos años, 94 en 1994 y 132 en 1995 y 292 en 1996.

Estos números podrían ser mayores, porque solo contienen los casos denunciados a la IDH.

"Casi todos los desaparecidos son de origen kurdo y de las provincias del sudeste", dijo Nimet Tanrikulu, funcionario de esa organización en Estambul. La policía niega que las desapariciones se hayan producido mientras los detenidos estaban bajo custodia.

Pero el subjefe de la inteligencia policial turca, Hanefi Avci, declaró en febrero ante una comisión parlamentaria que entre 1992 y 1995 varios funcionarios formaron grupos ilegales para eludir los controles y eliminar a disidentes kurdos.

"Funcionarios de seguridad, creyendo que serían incapaces de derrotar a la subversión kurda a través de medios y métodos legales, crearon grupos especiales para cometer asesinatos", dijo Avci.

Las operaciones clandestinas fueron dirigidas por el ex ministro del Interior Mehmet Eymur, y el fallecido mayor Cem Ersever, jefe del Centro Antiterrorista de la Gendarmería, quienes asesinaron a casi todas las víctimas que se habían propuesto eliminar, aseguró el funcionario.

"Más tarde, esos grupos degeneraron en simples pandillas criminales y se unieron a los narcotraficantes", agregó el funcionario.

"Los turcos hemos escuchado estos testimonios durante cuatro meses. ¿Cómo podríamos confiar en lo que dice la policía en su propia defensa?", dijo Hanim Tosun a IPS.

Hanim, de 33 años, tiene cinco hijos y está desempleada. Abandonó su hogar en Lice, en el sudeste de Turquía, en 1995, cuando el poblado fue incendiado por soldados que procuraban eliminar el apoyo local de las guerrillas del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK).

El sustento de la familia depende del salario de dos hijas adolecentes y un hijo, que trabajan largas jornadas.

"Todo el mundo escuchó y se ha convencido de que Fehmi ha desaparecido. Hasta U2 cree en mi palabra, pero los servicios de seguridad dicen que no es posible. Está bien. Quiero, entonces, una respuesta razonable para mi pregunta: ¿dónde está Fehmi?", manifestó. (FIN/IPS/tra-en/nm/rj/mj/hd ip/97

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