El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) apoya la prohibición de la venta de tabaco a niños, así nuevos programas de educación en países pobres para alertar sobre los peligros del hábito de fumar.
Carol Bellamy, directora ejecutiva de UNICEF, señaló que unos 300 millones de los niños y adolescentes de hoy morirán en el futuro a causa del consumo de tabaco, la tercera parte de ellos en países pobres.
"El interés creciente de la industria tabacalera de desarrollar sus ventas en los países en desarrollo" obliga a los gobiernos a tomar medidas al respecto, según Bellamy.
La publicidad de productos del tabaco constituye un freno a la actividad que desarrolla de UNICEF para salvar la vida a millones de niños que mueren cada año por enfermedades evitables, agregó la funcionaria.
Se prevé que la declaración final de la próxima cumbre del Grupo de los Siete (G-7), compuesto por las siete principales naciones industriales, reconocerá en junio el peligro que representan para los niños el cigarrillo, la contaminación con plomo y las enfermedades relacionadas con la calidad del agua.
Representantes del G-7 reunidas en la semana pasada en Miami, Estados Unidos, elaboraron una declaración que exhorta a los líderes mundiales a que consideren la salud ambiental de los niños como una prioridad.
"Reconocemos que, en todo el mundo, la infancia se enfrenta a importantes amenazas a la salud ocasionadas por varios peligros ambientales", declararon representantes de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Japón, Francia, Alemania e Italia.
Entre las amenazas citadas en la declaración figuran la contaminación ambiental, el humo del tabaco, el envenenamiento por plomo y el agua potable contaminada.
"Aseguramos que el humo del tabaco en el ambiente es un importante riesgo de salud pública para los niños y que los padres deben saber el peligro que significa fumar en el hogar junto a sus hijos pequeños", advierte la declaración.
Bellamy informó que UNICEF apoya el compromiso del G-7, Rusia y la Unión Europea (UE) para promover la educación y la concienciación sobre los peligros ambientales que representa el humo del tabaco para los niños.
Las compañías tabacaleras han comercializado agresivamente sus productos en los países pobres "durante bastante tiempo", señaló David Pitt de UNICEF.
Las autoridades de la salud de Estados Unidos temen que las restricciones a la comercialización del tabaco dispuestas por jueces del país no puedan aplicarse en el ámbito internacional, lo que posibilitaría la venta agresiva en las naciones pobres, agregó Pitt.
"La comunidad internacional necesita urgentemente una estrategia global y de largo plazo para combatir el tabaco, especialmente en el mundo en desarrollo", señaló.
La industria del tabaco gastó 4.830 millones de dólares en publicidad en Estados Unidos en 1994, comparado con 361 millones de dólares en 1970, de acuerdo con la Comisión Federal del Comercio de ese país.
El diario The New York Times informó que el aumento del hábito de fumar entre los adolescentes de Estados Unidos en los años 90 coincidió con el incremento de la promoción de las compañías tabacaleras, como la entrega de camisetas a cambio de cupones acumulados por la compra de cigarrillos.
Los investigadores médicos hallaron vínculos entre el hábito de fumar en el hogar y los casos infantiles de infecciones respiratorias agudas y asma, de acuerdo con UNICEF.
"Las infecciones respiratorias agudas matan a cuatro millones de los 12 millones de menores de cinco años que fallecen cada año en los países en desarrollo", puntualizó Bellamy.
"Si no se toman medidas en todos los sectores para limitar el hábito, la cifra aumentará en proporción directa a las actividades de comercialización de la industria tabacalera en el mundo", añadió.
Bellamy exigió la prohibición de la venta de tabaco a menores, una mayor carga impositiva para los productos derivados del tabaco y la intensificación del esfuerzo para educar al público sobre el potencial adictivo de la nicotina y demás peligros del hábito de fumar.
También se pide que las compañías tabacaleras estadounidenses no orienten sus ventas hacia mujeres y niños o hacia comunidades del mundo que no tienen el hábito de fumar.
Bellamy agregó que las autoridades de Estados Unidos deben abstenerse de ayudar a las compañías a ingresar a los mercados cerrados fuera del país y que la industria tabacalera debe brindar ayuda financiera a las agencias multilaterales para promover la regulación y la educación sobre el producto.
También se cree que si se llega a un acuerdo de compensación en Estados Unidos con respecto a las demandas contra la industria tabacalera, el mismo no debe financiarse mediante las ventas internacionales. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/aq/he-if/97