El Asia en desarrollo podrá mantener su impresionante tasa de crecimiento en las próximas tres décadas y el sur del continente, la región más pobre del mundo, le dará al conjunto un músculo económico extra, según el Banco Asiático de Desarrollo (AsDB).
"Es difícil que ocurra en efecto el colapso del crecimiento que algunos predicen", pronosticó el AsDB, rama asiática del Banco Mundial con sede en Manila que este año cumple su 30 aniversario.
El informe que difundió el AsDB el domingo, titulado "Asia emergente: cambios y desafíos", plantea un pronóstico optimista según el cual, lejos de estar acabando, el crecimiento sin precedentes de la región continuará en el futuro predecible.
El producto interno bruto de Asia creció, en promedio por persona, 3,8 por ciento anual entre 1965 y 1990. El de Asia oriental creció en el mismo período 6,7 por ciento anual, el mayor entre todas las regiones del planeta.
Como consecuencia de su crecimiento en las últimas décadas, la participación de Asia en el ingreso mundial aumentó a 37 por ciento en 1992, y el AsDB pronostica que podría alcanzar a 57 por ciento del producto interno bruto del mundo en el 2025.
"Para los próximos 30 años está planteada la extraordinaria promesa de mejoras perdurables en la calidad de vida de muchos más asiáticos", dijo el banco en el informe difundido al comienzo de su reunión anual, entre el domingo y este martes, que se celebra en Japón.
El AsDB observó que el ritmo de crecimiento de los "tigres" asiáticos (los de más rápido crecimiento, ubicados en el sudeste) disminuye a medida que sus economías maduran, disminuye su dependencia del trabajo, aumenta la incidencia del capital y envejece su población.
Pero Hong Kong, Corea del Sur, Taiwan y Singapur "continuarán y cumplirán con largueza el proceso y alcanzarán con rapidez el ingreso de los líderes económicos mundiales dentro de los próximos 30 años", según el banco.
Estas cuatro economías sumaron 72 por ciento del ingreso de Estados Unidos en 1995. Se prevé que en el 2025 alcancen 98 por ciento del ingreso por persona de la potencia norteamericana y se alineen con los países industrializados.
Los países en desarrollo de rápido crecimiento como Malasia, Tailandia e Indonesia, donde el producto interno bruto por persona ha crecido a un promedio de 4,5 por ciento anual, continuarán creciendo "al mismo ritmo", mientras otras economías asiáticas no se ubicarán muy lejos.
El AsDB pronostica que el ingreso por persona de China equivaldrá a 38 por ciento del de Estados Unidos en el 2025, el mismo nivel que alcanzó Corea del Sur en 1990.
Pero la mayor sorpresa será Asia meridional, que sufre una incidencia de la pobreza de 41 por ciento, la mayor del mundo.
"En los próximos 30 años, la promesa de crecimiento en Asia meridional es, quizás, la mayor", lo cual mantendrá el crecimiento total del continente, según el informe del AsDB.
Además de arrancar de una base económica más pequeña que el sudeste, Asia meridional podría experimentar un crecimiento robusto a medida que comiencen a dar frutos las reformas económicas en curso.
Además, los cambios demográficos mejorarán el mercado de trabajo. Entre el 2005 y el 2025, el sur y el sudeste de Asia cosecharán los beneficios del crecimiento de la población, pues la mayoría estará en su edad más productiva.
En cambio, las economías de Asia oriental sentirán entonces el efecto del envejecimiento. "En otras palabras, el mercado de trabajo estará en auge en el sur y en el sudeste de Asia y caerá en el este", según el informe.
Si Asia meridional persiste en sus reformas estructurales, sus economías podrían aprovechar y ser remolcadas por el este. "La brecha entre los crecimientos de Asia oriental y Asia meridional parece, en definitiva, destinada a achicarse", afirma el banco.
"Asia meridional podría disfrutar tasas de alto crecimiento que solo habían alcanzado el este y el sudeste del continente", pronosticó.
La pobreza en India caería, por lo tanto, de 50 por ciento en los primeros años 90 a menos de 20 por ciento en el 2025 "con una política económica al estilo de Asia oriental", agregó el AsDB.
Pero todo depende de que Asia meridional siga la fórmula del sudeste, que incluye liberalización, ahorro, inversión en educación y aumento de exportaciones. (FIN/IPS/tra-en/js/mj/if dv/97
