PERU: Los riesgos atmosféricos de un Niño a destiempo

La inusual persistencia de la cálida corriente marina El Niño extiende un semiverano para solaz de los playeros pero preocupacion de autoridades, pescadores y agricultores de Perú.

Esa corriente, procedente de la zona tropical y central del Océano Pacífico, se acerca a la costa sudamericana frente a Ecuador, recorre gran parte de la costa de Peru y eleva la temperatura de las aguas entre dos y cuatro grados.

A veces, como está ocurriendo en esta temporada, esa corriente se retrasa primero y luego se prolonga demasiado.

El primer impacto ante esta anormalidad climática es generalmente burlón y casi frívolo: la gente y los medios de prensa registran los desconsuelos de fabricantes y vendedores de frazadas y prendas de abrigo que no pueden colocar su mercadería.

Pero el tema causa alarma y obligará a adoptar previsiones a las autoridades, especialmente de los ministerios de Agricultura, Transporte, Energía e Industria, que temen la repetición de las calamidades de 1983, cuando un "Niño crecido y demorón" originó inundaciones en un extremo del país y sequías en otro.

Como ocurrió entonces y se insinúa ahora, la elevación de la temperatura de las aguas marinas obliga a emigrar a los peces que pueblan la costa peruana, habituados al agua fría procedente de la Antártida, provocando una catástrofe en la industria pesquera.

Un Niño prolongado es tan calamitoso como su pariente de lndia, el Monzón, fenómeno que provoca en Asia vientos huracanados, implacables sequías y en consecuencia más hambre.

Ambos procesos atmosféricos están vinculados en una relación de causa y efecto, según percibió en 1899 Gilbert Walker, director general del Observatorio Colonia de la Indias, cuyos informes fueron confirmados por los estudios del Anuario Geofísico Mundial de 1957.

Según Felipe Huaman, director general de Metereología de Perú, "se está en presencia de una Onda Kelvin, perturbación oceánica originada a miles de kilómetros de distancia, en la región del Pacífico Central Tropical, que consiste en el desplazamiento de una ola de energía calorífica".

Al chocar con el continente, la Onda Kelvin se desplaza de norte a sur, desviando la fría corriente marina de Humboldt que procede de la Antártida, lo que provoca una elevación de la temperatura marina de dos a cuatro grados Celsius y altera la salinidad del mar.

Según un reporte del Centro de Predicción del Clima del National Oceanic and Atmospheric de Estados Unidos, emitido a comienzos de este mes, se advierte en el Pacífico tropical una evolución de condiciones que parece corresponder a los pasos iniciales de una época de calentamiento.

Como consecuencia del calentamiento de las aguas marinas en el litoral peruano, la pesca de las especies que se utilizan en la industria de la harina de pescado cayó 80 por ciento desde comienzos de mes.

"La captura de anchovetas en el mar peruano ha bajado de 5.000 toneladas diarias a sólo mil, de modo que las plantas harineras están dando vacaciones anticipadas a la mitad de su personal", comentó el experto Ricardo Yáñez.

Los pescadores artesanales son afectados en menor proporción, pues si bien las especies que solían capturar en esta época del año han emigrado, encuentran otras de aguas tropicales y de gran tamaño que tienen acogida en los mercados urbanos.

"Si la temperatura de las aguas no baja y en agosto se confirma la presencia de un Niño anticipado, podría ocurrir como en 1983, cuando los lobos marinos de la costa sur emigraron en masa para escapar de los tiburones, predadores que no suelen habitar en esas aguas", dijo Yáñez.

Enma Jaimes, especialista del Servicio Nacional de Metereología, expresó a su vez que "si bien las alteraciones radicales del clima y temperatura originadas por fenómenos periódicos como El Niño, perturban las actividades económicas habituales, con previsiones se pueden obtener efectos benéficos"

Recordó que en 1983, y en episodios similares décadas atrás, cuando la retardada corriente del Niño provocó inundaciones en la costa norte, se advirtió que el incremento de las lluvias y la mayor humedad ambiental hizo reverdecer zonas desérticas.

"Algunos empresarios advirtieron que los campesinos indígenas aprovechaban para hacer pastar a sus cabras en las lomas arenosas que se habían convertido en pastizales y los imitaron, adquiriendo ganado en la sierra y creando temporales centros de engorde en el ex desierto", destacó.

"Las condiciones atmosféricas no tienen que ser consideradas problemas sino nuevas condiciones de trabajo y desafíos", concluyó Jaimes. (FIN/IPS/al/dg/en/97

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