Autobuses desvencijados y enervantes embotellamientos de tránsito, desagües obstruidos junto a veredas en mal estado, edificios deteriorados junto a construcciones ultramodernas: bienvenidos a la capital comercial de Nigeria.
Para sus 10 millones de residentes estimados, procedentes de los 250 grupos étnicos de Nigeria, Lagos significa diferentes cosas.
La mayoría de los nigerianos creen que Lagos es la tierra de las oportunidades, donde el éxito se alcanza fácilmente, quizá con menos esfuerzo que en otros centros urbanos, pero en realidad tiene su buena dosis de crimen y otros inconvenientes.
La importancia de este centro urbano no disminuyó con el traslado de la sede del gobierno y capital federal a la ciudad en ciernes de Abuja, en diciembre de 1992.
"Desde el amanecer al atardecer hay mucho bullicio. Te levantas, te preparas para ir a trabajar, te metes en un embotellamiento de tránsito, sudas y te sube la presión, llegas cansado al trabajo y luego regresas a tu casa en medio del denso humo y los bocinazos", manifestó el ejecutivo Hakeem Ogunyemi.
Además, "duermes con un ojo abierto", aun luego de colocar rejas y otros mecanismos protectores en tu casa "por temor a los merodeadores nocturnos y asaltantes armados", agregó.
Entre los servicios que suelen verse interrumpidos se encuentran la energía eléctrica y el agua, cuya falta vuelve particularmente difícil las tareas domésticas.
"No hemos tenido agua en los pozos de la zona desde que nos mudamos aquí, hace ocho años", dijo a IPS la residente de Lagos Efe George.
"Cada día al alba, dos de mis hijos y yo vamos a comprar agua a una casa cercana. Gastamos 80 nairas (cerca de un dólares) por día, y eso es mucho dinero para nosotros", expresó George, quien vende verduras en el mercado de Oyingbo.
Los viajes diarios a través de la metrópolis también tienen sus dificultades, como lo revelan los rostros de quienes esperan horas en las paradas de autobuses.
"El otro día debí esperar al menos una hora bajo lluvia, y luego el autobús se demoró tres horas en medio del tránsito", dijo a IPS Nike Alashe.
Pero a pesar de las dificultades, Lagos puede ser muy divertida. "Hay muchísimos lugares para quienes buscan esparcimiento nocturno, cualquiera sea su edad", destacó Ogunyemi.
"Los que tienen más de 40 tienden a ir a lugares donde hay una banda tocando en vivo tonadas de los años 60, o bien se sientan en bares a beber litros de cerveza", añadió el ejecutivo.
Los más jóvenes se regocijan al ritmo de la "lagbaja", el furor musical del momento, escuchan al controvertido músico afro- beat Fela Anikulapo-Kuti o frecuentan los "karaoke", bares donde el público canta.
Lagos está desprovisto de buenas salas de cine, pero la mayoría de sus habitantes miran vídeos en casa o películas de producción local en el teatro nacional, construido en el corazón de la ciudad para el Festival Negro y Africano de Artes y Cultura, en 1977.
En las palabras de un estudiante universitario de 19 años: "Lagos es el crisol de nuestra sociedad… Pese a todos los problemas que existen en Nigeria, Lagos es todavía una tierra de oportunidades". (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/ml/pr/97